"Hay una amenaza real del terrorismo islamista, cercana y que apunta también hacia España. Nuestra principal amenaza está a nuestras propias puertas, al otro lado del Mediterráneo. El Estado español ocupa un lugar destacado en el imaginario colectivo y en la agenda del radicalismo islámico". Esa fue una afirmación hecha ayer en el Club FARO por el politólogo y periodista David Alvarado

"La amenaza de Al Quaeda en el Magreb Islámico" fue el título de una charla que le presentó el periodista Ánxel Vence y que comenzó con una matización previa: "Hay quienes consideran mis trabajos y opiniones sensacionalistas o alarmistas –dijo– pero yo creo que hay datos incontestables que no permiten, como hasta ahora, seguir mirando hacia otro lado. Los medios y opinión pública muestran especial celo en las evoluciones de los frentes iraquí y afgano, considerados los principales focos del terrorismo islamista en el mundo. Pero igual de inquietante es lo que ocurre en la ribera sur del Mediterráneo, donde reside nuestra principal amenaza, Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)".

Alvarado, autor de "La Yihad a nuesttras puertas" en la editorial Foca, cree que el sustrato religioso norteafricano es terreno abonado para la expansión del fundamentalismo. Una tesis central de este periodista, que lleva siete años como corresponsal de CNN-Cuatro en el Magreb, es clara. Para él la recrudescencia de la acción yihadista en la región y la centralidad de España y Europa en el discurso de los violentos pasan desapercibidas en una guerra que se cree no pasa por el norte de África. "Sin embargo –afirma–, hostigados en Irak y Afganistán, es aquí precisamente donde las huestes de Bin Laden han encontrado un lugar privilegiado para organizarse, entrenar a sus muyahidines y preparar nuevas acciones violentas.

Tres constataciones

El politólogo habló de "tres constataciones". Una, datos del Instituto de Investigación Potomac, de Estados Unidos, que desvelan que los ataques terroristas perpetrados por Al Quaeda han conocido un aumento vertiginoso del 550 por 100 después del 11 S de 2001. La zona geográfica en que se producen va de Argelia hasta malí pasando por Mauritania y Níger. Unas 1.500 personas han muerto por la violencia yihadista en este período".

La segunda es la proximidad geográfica de España, a tres horas de vuelo de Galicia (Alvarado es orensano) y un día de coche. "O sea que estamos al lado de lo que allí ocurre. Incluso acaban de inaugurar ustedes desde Vigo una línea marítima con Tánger".

Una tercera constatación es, según este periodista, miembro del Instituto Galego de Análise e Documentación y que vive la realidad del Magreb "in situ", es la animosidad de este islamismo radical hacfa España. "No sólo –dijo– por la existencia de Ceuta y Melilla, para ellos ciudades cristianas en tierras del Islam; también por el ansia de recuperación de Al Andalus, lo que fue la España musulmana, que es un gancho eficaz en el imaginario musulmán integrista".

¿Cómo debemos afrontar la amenaza? Lo primero de todo es según Alvarado, reconocer el peligro, cercano y al acecho, justo a las puertas de Europa. "Asumiendo que existe un conflicto entre el mundo y una minoría extremista –dijo– que se dice del islam, cabe definir inteligentemente la estrategia de lucha, teniendo presente la tipología del adversario. Más allá de la coerción y represión, Europa debe articular una respuesta conjunta con los países magrebíes y sahelianos. El desarrollo y la educación son aspectos fundamentales para imponerse al extremismo en el terreno de las ideas a través de la expansión de los valores de libertad y tolerancia.

Alvarado, que dejó claro que el Magreb no es un todo homogéneo y en cada país el islamismo tiene vectores diferentes, habló de Al Quaeda. "Es una suerte de confederación de individuos que comparten la misma cultura de la Yihad y los mismos enemigos, sean judíos o cristianos. Está donde quiso Bin Laden, en la base ideológica de toda acción terrorista aunque no se conozcan los autores entre sí".

"Desestabilizar Europa es un objetivo"

El reciente secuestro de los tres colaboradores de la ONG catalana Barcelona Acció Solidaria pone de manifiesto para Alvarado la acusada implantación de la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) en el norte de África y los problemas que esta situación puede causar a los intereses occidentales en la zona.

En su charla apuntó lo que su libro trata más detenidamente. La complejidad de las redes que estructuran la yihad norteafricana, las evoluciones del islamismo en cada contexto particular, la incidencia del fenómeno Al Qaeda, el tipo de contactos que se establecen y las dinámicas violentas que se ponen en marcha, así como el efecto que produce la irrupción de AQMI, como elemento catalizador de toda la acción violenta que, en nombre del Iislam, se ejerce en el norte de África. "Unas dinámicas que no sólo ciernen su amenaza sobre el norte del continente africano –afirma él–, sino que tienen por objetivo la desestabilización de Europa y la recuperación de Al Andalus, según la retórica utilizada por AQMI. Nuestra principal amenaza, por tanto, no debemos buscarla en Iraq o Afganistán, sino a nuestras propias puertas, justo al otro lado del Mediterráneo".

Atentados

Más allá de la guerra civil larvada que arranca en los noventa en Argelia, Alvarado recordó los atentados del 2002 en la isla tunecina de Yerba, los ataques del 2003 en Casablanca, de Madrid en el 2004... cuyos principales artífices eran magrebíes, y los de un año después en pleno centro de Londres. "Tras el juramento de lealtad de Abdelmalek Drukdel, emir del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, a Osama Bin Laden no ha cesado el goteo de atentados y muertes. AQMI adoptó un nuevo modus operandi en el que los atentados suicidas, inéditos aquí hasta el momento, cobran especial importancia".