La Sábana Santa, el lienzo en el que según la tradición católica fue envuelto Cristo tras su crucifixión, volvió a exhibirse ayer en la ciudad de Turín (Italia) que acogerá de nuevo, durante seis semanas, una multitudinaria manifestación de curiosidad y devoción popular. Hasta el próximo 23 de mayo, día en el que la también llamada "Síndone" volverá a quedar guardada, la archidiócesis turinesa espera recibir unos dos millones de visitas en lo que supone un acontecimiento que va más allá de lo estrictamente religioso y que se produce diez años después de la última exposición pública.

La catedral de Turín, donde se conserva el sudario, acogió esta mañana a los primeros visitantes de la Sábana Santa: autoridades locales y periodistas pudieron comprobar "in situ" el misterio que envuelve al supuesto sudario de Cristo, cuya autenticidad ha sido tantas veces discutida. Entre esos primeros afortunados que pudieron ver el lienzo antes incluso de la misa de apertura, figuraba Sergio Marchionne, consejero delegado de la automovilística Fiat.