Se encuentra a las puertas de llevar un siglo pisando esta Tierra, de luchar por unos ideales y unos sentimientos que muchos –a su pesar– escondieron durante años por miedo o que se llevaron doblados en la maleta hacia un nuevo mundo. Don Paco, Francisco Fernández del Riego, cumplió ayer 97 años de edad, con 97 palomas llevadas a la libertad en su nombre al son del himno gallego, tras el compás de "Negra sombra" y "A miña burriña". Fue el cantar de Reyes que medio centenar de amigos le ofrecieron bajo su balcón en una jornada para marcar en la historia del patriarca del galleguismo.

Entre las voces presentes, la de Xosé González, Pepiño, organizador del acto –llevado en secreto a través del boca a boca y fuera de las redes sociales–, quien calificaba a Del Riego como "un home moi agradecido". "A nós parecíanos importante facerlle esta homenaxe", añadía.

Con esta intención, minutos después de las cinco de la tarde, en la Praza Compostela de Vigo, cinco violines y un chelo bajo la batuta de Manuel Martínez, de la Orquesta Clásica de Vigo, comenzaban a interpretar "A miña burriña" contando en el coro con las voces de la escritora María Xosé Queizán; el decano de los abogados de la ciudad, Alfonso Álvarez Ganda; el director de la Coral de Leiro, Celso Domínguez, o el ginecólogo y pintor Xosé García Albeos, entre otros.

En un quinto piso de un antiguo edificio de piedra con vistas a la Alameda, Don Paco –visiblemente cansado– apareció posando sus manos cubiertas de guantes marrones para preservarse del hiriente frío. Por su parte, las nubes abrieron un pequeño pasillo al sol y cuando comenzaron las primeras palabras de Pepiño en su honra el astro iluminó la cara del intelectual jubilado mientras González recordaba que ese era un homenaje para un "referente histórico", "un patriarca" de las letras gallegas como lo fue en su día "Otero Pedrayo".

No se sabe si el oído de Don Paco, desde el quinto piso, pudo sentir estas palabras, pero si se vio al galleguista y ex director de la Biblioteca Penzol aplaudiendo una tras otra las composiciones que le brindaron, incluida una "Negra sombra" sentida a cuyo término una voz femenina y combativa gritó "Viva Don Paco, viva Rosalía".

El siguiente paso en el homenaje consistió en la liberación de 97 palomas aportadas por el Clube Mensaxeiros do Atlántico, una por cada año que cumplió ayer Del Riego, siendo precisamente él quien –desde su casa– soltaba la primera, entre aplausos del medio centenar de personas presentes.

A pie de las aceras humanizadas, entre los asistentes, la autora de Metáfora da metáfora, resaltó la labor de Don Paco como director de la revista Grial "grazas á cal –indicó Queizán– a miña xeración aprendeu o fundamental da cultura galega. Don Paco é unha persoa á que lle teño un cariño especial; por iso eu tiña que estar aquí hoxe".

A su lado, Xosé García Albeos, resaltaba que "Galicia débelle moito"; mientras la joven Jennifer Gómez, de 25 años de edad y una de las violinistas del homenaje, resaltaba de Del Riego que es "unha institución do galeguismo; será recordado como Cunqueiro, Pedrayo ou Castelao".

En la mente de todos, celebrar en tres años un homenaje por todo lo alto en el aniversario número 100 del patriarca con el deseo de vivirlo y narrarlo en la palabra lúcida y melódica de O río do tempo o Galicia no espello.