Con el título de "Reseñas, artículos y narraciones" el volumen se abre con un estudio introductorio sobre la vida y la obra de Salazar Chapela de la profesora de Lengua y Literatura Españolas de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL) Francisca Montiel, quien se doctoró con una tesis sobre la obra literaria y periodística de este autor coetáneo de la Generación del 27.

Precisamente, Salazar Chapela nació el 24 de octubre de 1900 en la malagueña calle de Ollerías, a muy pocos metros de donde tiene actualmente su sede el Centro Cultural de la Generación del 27, mientras que en la inmediata posguerra ejerció la docencia en Cambridge, donde fue lector de español, de modo que quien le sustituyó en el puesto fue el poeta sevillano Luis Cernuda.

"Pocos escritores tan activamente implicados en la vida literaria y cultural española de las primeras décadas del siglo XX han sido víctimas de un olvido semejante al que se cierne, todavía hoy, sobre la figura y la obra" de este autor, según proclama Montiel al justificar esta selección de la obra de Salazar Chapela.

El también escritor exiliado Max Aub también se lamentó: "¡Ay, Esteban Salazar Chapela!, tan amigo de la libertad ¿quién se va a acordar de ti", y añadió sobre él que "decididamente, la honradez no sirve para la inmortalidad", mientras que Juan Rejano dejó escrito por su "espíritu lúcido e independiente nunca le agradó encasillarse en grupos."

En este extremo coincide Francisca Montiel al asegurar que Salazar Chapela fue un "defensor como pocos de la individualidad del intelectual y del artista", de tal modo que, cuando a Salazar Chapela le preguntaron una vez por su generación respondió que estaba compuesta por Ayala, Arconada, Alberti y él mismo, para añadir con ironía: "Es una generación, como debe ser toda generación, muy compleja. Yo no tengo nada que ver con Ayala, afortunadamente para Ayala; ni éste con Arconada, afortunadamente para los dos; ni ninguno de nosotros tres con Alberti, afortunadamente para los cuatro".

Aunque se reveló como narrador en España, Salazar Chapela es eminentemente un novelista del exilio, como afirma Montiel, quien recuerda que escribió cientos de reseñas críticas, sobre todo en "Revista de Occidente", con el convencimiento de la crítica literaria es una labor creativa, como demuestran la selección de ellas efectuadas en este número.

Entre las críticas recogidas en este volumen las hay de poemarios de García Lorca, Cernuda, Emilio Prados, Altolaguirre, Aleixandre, Guillén, Huidobro, León Felipe y Alberti, de obras de narrativa de Ayala, Cesar M. Arconada, Juan Chabás y Samuel Ros, de ensayos de Ortega, Juan Ramón Jiménez, Giménez Caballero, Melchor Fernández Almagro, Benjamín Jarnés y Pepín Bello, pero también a obras escritas en el exilio, de Sender, Alberti o Américo Castro, y de la España franquista, como de Baroja, Carmen Laforet, Marañón y Antonio Espina, entre otras.

El libro recoge igualmente textos de Salazar Chapela sobre la Guerra Civil que difícilmente el lector común podría leer fuera de esta edición, como los titulados "Los culpables", "Crueldad", "De Londres al Tajo" o "Quevedo y nuestra guerra".

Francisca Montiel, también responsable de la edición de la novela "En aquella Valencia", que la Biblioteca del Exilio publicó en coincidencia con el centenario del autor y en la que, con acentuado tono biográfico, se evoca la, en comparación con el Madrid sitiado de entonces, despreocupada ciudad de 1937 a la que se trasladaron numerosos intelectuales republicanos, así como las tertulias que celebraban en los cafés.