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FARO entrevista al célebre músico

Paco Ibáñez: "Por fin parece que vamos a dejar de ser borregos"

"Vivencias", la gira de celebración de su 80 aniversario, llega el sábado a Vigo

El músico Paco Ibáñez. // J.M. Morales

Su voz juvenil, su optimismo, sus ganas de cambiar el mundo. Imposible creer que Paco Ibáñez haya cumplido 80 años. La voz de los poetas, de la resistencia, del amor y de la niñez llega este sábado a Vigo (Teatro Afundación, 21.00 horas) dentro de su gira "Vivencias", que se estrenó en París el pasado noviembre y con la que conmemora su 80 aniversario y los 50 años de su primer trabajo discográfico, dedicado a Lorca y a Góngora.

-El compromiso y la política forman parte de su ser. ¿Cómo vivió el domingo la jornada electoral?

-Con mucha emoción, porque tenía muchas ganas de que este país volviera a respirar y hoy hasta el sol parece que ha salido sonriendo. Yo creo que los resultados indican que por fin vamos a dejar de ser borregos y que se va a parar a esos mangantes sin escrúpulos que han estado haciendo lo que les ha dado la gana. Es un primer paso y estoy contento.

-El acto de reivindicar la verdad, ¿es hoy en día más importante aún?

-Sí, tenemos que declarar la guerra a tanto ruido que nos corta el pensamiento, proyectos e ilusiones. Hay muchas cosas por reivindicar y ha llegado el momento de hacerlo; empezando por lo más urgente, la lucha por los desahuciados.

-Y las canciones, ¿siguen teniendo el poder de despertar conciencias?

-Por una parte está bien comprobar que la música sigue teniendo esa labor, pero por otra, nos damos cuenta de que si tienen esa vigencia es porque hemos ido hacia atrás, como los cangrejos, y que las cosas no han cambiado tanto. Sin embargo, no toda la música tiene que tener esa misión. Yo disfruto también mucho cantando una nana y, de hecho, en el concierto del sábado en Vigo, cantaré una del poeta gallego José Ángel Valente.

-No es el primer poeta gallego al que cede su voz.

-No, también interpreto poemas de Antonio Teijeiro y de Celso Emilio Ferreiro. En realidad, es todo un atrevimiento por mi parte cantar en gallego, pero es un idioma al que tengo mucha simpatía.

-Toda su vida ha sido un defensor acérrimo de los idiomas.

-Es que me ha tocado vivirlos. Mi infancia la pasé en Euskal Herria y, por supuesto, aprendí el euskera. Y lo que uno aprende en la infancia, que nadie se lo quite.En Francia viví durante 20 años y me empapé del francés y también de su cultura, su arte, su literatura... Allí descubrí a Brassens, el Bach de la canción. Ahora vivo en Barcelona y el catalán me cuesta más, aunque también intento aprenderlo.

-¿Cada vivencia tiene asociada una canción?

-Claro, todas las importantes. Relaciono a mi abuelo con Alberti porque lo cantaba en el caserío. A mi madre le gustaba Lorca y León Felipe y Brassens fue quien me enseñó lo profunda que podía llegar a ser una canción.

-Y el público, ¿vive la música ahora como hace 50 años?

-Hecho de menos su participación. Antes aprendían las canciones y, en los conciertos, cantaban mucho más contigo. Ahora vienen solo a escuchar, solo consumen música.

-Su música enseña literatura e historia en las escuelas.

-Sí, es un proyecto muy bonito y que me encanta porque demuestra que a través de la canción se pueden transmitir muchas cosas. A los niños al principio les parecía un tostonazo pero resulta que luego les encanta.

-¿Cómo es Paco Ibáñez con 80 años?

-Mis huesos son los que tienen 80 años; yo siento que tengo 20. Mientras tienes ilusión, amigos, cosas por compartir y alegrías, no ves los años pasar y sigo viviendo con enorme intensidad el momento en el que me subo al escenario.

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