Un acto aparentemente tan sencillo como lavarse las manos es capaz de evitar la mayoría de las infecciones hospitalarias, aquellas que se contraen en el propio centro sanitario. En los últimos cinco años, la tasa de personas que adquirió una infección durante su ingreso en los hospitales españoles osciló entre el 6,5% y el 7,7% y el año pasado la media fue de un 6,2%, la más baja de las infecciones nosocomiales de los últimos 22 años, desde que se empezaron a hacer estudios, según datos de la Sociedad Española de Medicina Preventiva.

En Galicia, los protocolos de prevención lograron rebajar la prevalencia de estas infecciones hasta un 7,6%, una cifra mucho mejor a la registrada en 2008, cuando ascendían a un 8,6%. Esta semana se celebró el Día Mundial de la Higiene de Manos, designado por la OMS, una fecha en la que los médicos gallegos aprovechan para recordar la importancia de que todo el personal sanitario y también los familiares participen en los protocolos y sistemas de vigilancia establecidos en todos los hospitales, entre los que destacan los del Ministerio de Sanidad, Bacteremia Zero y Neumonía Zero y, por supuesto, la higiene de manos, "que es sin duda alguna la fórmula más eficaz para evitar las infecciones", destaca Marcial Rey, anestesista y miembro de la Comisión de Enfermedades infecciosas del Hospital Povisa de Vigo.

Los agentes infecciosos suelen ser organismos oportunistas que viven en los hospitales y aprovechan la debilidad de la persona para invadir su organismo. Las más frecuentes son las de heridas quirúrgicas, tracto urinario (relacionadas con el empleo de sondas vesicales), vías respiratorias (debido al uso de los aparatos de respiración asistida) y las asociadas al uso de catéteres.

Pacientes diana

No todas las personas que están ingresadas en un centro sanitario son igual de vulnerables frente a estos microorganismos. "Los pacientes geriátricos, los inmunodeprimidos, con leucemias, sida, los que reciben quimioterapia y los neonatos son las dianas principales de estos agentes debido a que su sistema inmune está muy debilitado, lo que facilita la colonización de los microorganismos", explica el médico.

Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria suponen una seria carga de enfermedad y tienen un efecto considerable en los pacientes y en los sistemas sanitarios. "Estas infecciones además de traducirse en complicaciones que sufren los pacientes, incluso la muerte, implican la prolongación de las estancias hospitalarias y el incremento de costes", apunta Rey.

Los programas impulsados por el Ministerio de Sanidad, el Bacteriemia Zero (disminuir la incidencia de infecciones de la sangre que se transmiten por un catéter) y Pneumonía Zero (disminuir la incidencia de neumonía en pacientes intubados con respiración mecánica), se desarrollan en los hospitales gallegos desde 2009 y 2011, respectivamente. El primero, que se aplica en 15 unidades de críticos, evitó 16,5 bacteriemias y 1,5 muertes, mientras que el Pneumonía Zero se aplica en 18 Unidades actualmente y ha evitado un total 129 neumonías y 15 muertes.

Los hospitales gallegos han aumentado además el porcentaje de camas con preparados de base alcohólica en las habitaciones, pasando del 54% en 2009 al 97,1% actual.