El cineasta franco-polaco Roman Polankski, encarcelado en Zúrich en virtud de una orden de extradición de Estados Unidos por abusar sexualmente de una menor en 1977, se encuentra "abatido" y "debilitado por un pequeño problema de salud", explicó su abogado en una entrevista publicada ayer en "Le Parisien".

"Le visité el viernes y su estado general, desde un punto de vista tanto físico y psíquico, me preocupó", indicó el letrado Hervé Témime, uno de los juristas que se ocupan de la defensa del director de cine de 76 años.

Según su abogado, dejando "de lado las consideraciones generales y jurídicas", lo más importante en el caso es "darse cuenta de las consideraciones humanas", tanto de Polanski como de la demandante, Samantha Geimer, y "buscar una solución" al asunto.

Témime volvió a solicitar la puesta en libertad de su cliente y aseguró que Polanski "jura por su honor" no abandonar el territorio suizo, y está dispuesto a comprometer como garantía medios financieros y bienes, además de presentarse dos veces al día en comisaría.

Polanski admitió haber mantenido relaciones sexuales con una adolescente de 13 años en 1977 durante una fiesta en Los Angeles y pasó 42 días en prisión durante los cuales se sometió a pruebas psicológicas. Sin embargo, abandonó el país antes de que concluyera el caso porque creía que un juez lo condenaría a 50 años de prisión, a pesar de que había alcanzado un acuerdo para ser puesto en libertad. El pasado 26 de setiembre fue detenido y trasladado a prisión en Suiza, donde iba a recibir un premio a su trayectoria profesional.