"Corín Tellado con esas novelitas ligeras daba a sus lectoras esa ración de fantasía e irracionalidad sin la que no podemos vivir", ha añadido a Efe el Premio Nobel de Literatura, en conversación telefónica desde Austria.

Vargas Llosa recuerda cuando entrevistó a Corín en el programa que el escritor tenía en televisión: "Me sorprendió por ser una mujer terriblemente sencilla, pero, sobre todo, por lo poco que conocía de la enorme difusión de su obra".

"Creo que los editores ganaron con ella más dinero que la propia Corín -ha añadido-, una mujer de provincias que vivió siempre en la periferia soñando en su mundo de fantasías románticas sin sospechar la cantidad de lectores que tenía en todo el mundo".

El escritor recuerda su encuentro con Corín en el programa de TV: "La traté con respeto, como era lógico, y desde entonces siempre me mostró con una gran simpatía y cariño. Las tres únicas veces en que la vi, siempre percibí ese cariño en las conversaciones cordiales que manteníamos. Por eso siempre le he guardado mucha estima".

Aunque reconoce no haber leído ninguna de las novelas de Corín Tellado, Vargas Llosa habla de la obra de la autora fallecida como de "una literatura menor y popular, sin pretensiones intelectuales, dirigida a un público humilde y poco informado", y añade: "Era una fabuladora nata, sin una gran formación, pero con una intuición romántica que iba al compás de los tiempos".

Tras recordar algunos ensayos escritos sobre la obra de Corín Tellado, Vargas Llosa se fija en el que Cabrera Infante dedicó a este fenómenos sociológico y cultural. Para luego señalar: "Seguro que hoy habrá muchos lectores que la estarán recordando con cariño y nostalgia".