El sexo podría no traer sólo beneficios. Y es que un estudio realizado entre más de 800 pacientes ha demostrado que los hombres entre 20 y 40 años muy activos sexualmente son más propensos a desarrollar cáncer de próstata, especialmente si se masturban de forma habitual. Sin embargo, el equipo de investigación británico también constató que pequeños niveles de actividad sexual en hombres de cincuenta años podrían ofrecerles una protección contra este tipo de cáncer. Y es que la liberación de toxinas acumuladas durante la actividad sexual reduce el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

"Estábamos dispuestos a examinar los vínculos entre la actividad de sexo y los hómbres jóvenes. La mayoría de estudios se centran en el cáncer de próstata en hombres mayores, ya que la enfermedad es más frecuente en hombres que han superado los 50 años", exlica Polyxeni Dimitropoulou, autor principal del estudio y actual miembro de la Universidad de Cambridge.

Este estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Nottingham, analizó las prácticas sexuales de más de 431 hombres a los que se les había diagnosticado cáncer de próstata antes de cumplir 60 años, junto con otros 409 controles a hombres sanos. Los participantes de este estudio tuvieron que responder a un cuestionario sobre sus hábitos sexuales durante cada década de su vida desde que cumplieron 20 años. Así, a los hombres se les preguntó cuestiones como la edad en la que se inició en el sexo, la frecuencia de la masturbación y del coito, cuántas parejas sexuales habían tenido y si habían sufrido alguna enfermedad de transmisión sexual. La mayoría de los hombres que participaron en el estudio (97%) eran blancos y la mayoría estaban casados (84%). Asimismo, todos los hombres con cáncer de próstata habían sido diagnosticados entre los 50 y 60 años. Tras analizar las respuestas, los investigadores determinaron que el 59% del total de los hombres había tenido actividad sexual (coito o masturbación) 12 o más veces al mes durante sus años 20. Esta frecuencia cayó de manera constante a medida que aumentaban en edad: así sólo el 48% aseguró alcanzar esta cifra en sus años 30, un 28% en sus cuarenta y un 13% en sus cincuenta.

Pero estas cifras variaban entre el grupo de aquellos que habían sufrido cáncer de próstata y los que no.