Estas mujeres figuran entre las 700 víctimas de la violencia machista en 23 provincias del país y que han presentado sus informes a las autoridades competentes para ser tenido en cuenta.

Las mismas fuentes señalan que sólo 423 víctimas de las 700 han obtenido la indemnización, mientras que las restantes se han abstenido de proseguir sus procesos por razones familiares.

Para poder probar que efectivamente fueron violadas por grupos terroristas islámicos, las mujeres han debido presentar certificados médicos e informes de sicólogos que atestiguasen que han sufrido choques emocionales.

Desde el comienzo de la violencia islámica en Argelia y particularmente en la mitad del decenio de los 90, centenares de adolescentes, niñas y mujeres fueron violadas en ataques perpetrados por los terroristas en sus pueblos del interior del país.

También en algunos casos estas mujeres eran secuestradas y posteriormente ofrecidas por los terroristas a los jefes de los grupos armados.

Algunas fueron asesinadas mientras que otras estuvieron cautivas hasta que pudieron ser liberadas por fuerzas militares regulares en operaciones de castigo contra los terroristas.

No existe sin embargo ninguna estimación oficial de estos casos de violaciones, aunque algunas asociaciones de defensa de los derechos de las mujeres arriesgan la cifra de 1.600.

En paralelos al tratamiento de estos delicados informes, las autoridades han abordado también los de los niños nacidos en cautiverio fruto de las violaciones de mujeres.

Se trata de alrededor de 600 el número de niños que el gobierno ha decidio inscribir en el registro civil para poder asegurarles la escolaridad.

La Carta para la paz y la reconciliación nacional, presentada por el presidente Abdelaziz Buteflika y aprobada en un referendo el 29 de septiembre de 2006, estipula que las autoridades tienen en cuenta a todas las víctimas de la "tragedia nacional", así como a los terroristas que entregan las armas y deciden reinsertarse en la sociedad.