El dibujante valenciano Paco Roca ha ganado hoy el segundo Premio Nacional de Cómic, dotado con 20.000 euros, por su obra "Arrugas" (Astiberri), en la que se narra la historia de Emilio, un anciano que es internado por su familia en una residencia después de sufrir una crisis de Alzheimer.

Roca (Valencia, 1969) se ha mostrado muy contento y visiblemente sorprendido por haber conseguido este galardón por delante de Alfons López y Miguel Gallardo, los otros dos autores finalistas, o de un clásico como Carlos Giménez, quien también sonaba como posible ganador.

"Giménez es el Will Eisner del cómic español y tanto él como Gallardo tienen una trayectoria bastante larga y una gran obra; así que estar entre ellos ya era todo un premio", ha declarado a Efe el historietista valenciano, que comenzó su carrera en el mundo de la publicidad, pero se formó como dibujante para la revista El Víbora.

El dibujante ha destacado que el cómic atraviesa "su mejor momento" en España, "con unos cimientos muy asentados y que interesan al público en general", los cuales han permitido al tebeo salir de las tiendas especializadas para "equipararse a la literatura" en algunas grandes superficies.

"Faltan lectores en España, pero los editores están al nivel de los franceses, por todo lo que se preocupan por la calidad del material", ha considerado Roca.

Con este galardón, que el año pasado se concedió a Francesc Capdevila, "Max", por "Hechos, dichos, ocurrencias y andanzas de Bardín el Superrealista", Roca se convierte en el segundo dibujante distinguido con un Premio Nacional por el Ministerio de Cultura.

Además, el historietista valenciano, también se ha hecho en 2008 con los premios a Mejor Obra y Mejor Guión del Salón del Cómic de Barcelona, y con el Lucca, el galardón "más antiguo y de mayor prestigio" del mundo del tebeo, con permiso del que concede el Festival de Angoulême.

En "Arrugas", Paco Roca afronta temas tan delicados como el Alzheimer o la demencia senil con mucha dulzura, y retrata de forma muy tierna a los ancianos de la residencia a la que llega Emilio, sin caer en la sensiblería ni en la caricatura.

Su protagonista lucha por mantener la memoria y no ser trasladado a la planta de los impedidos, mientras experimenta por primera vez la rutina diaria de un centro para mayores, sus actividades, sus horarios y sus prohibiciones.

Él asegura que su secreto ha sido dirigirse a gente como sus padres, "a los que no les gustan los cómics", algo que ya están haciendo otros autores para atraer público.

"El manga y la novela gráfica están captando nuevos lectores -señala-, pero por encima de los superhéroes hay que construir obras que interesen a todo el mundo".

En esta edición del premio, el jurado ha estado presidido por el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, y entre sus miembros figuraban "Max"; Miguelanxo Prado, uno de los más prestigiosos dibujantes españoles, y Manuel Darías, galardonado con el premio a la Divulgación en el festival de cómic de Barcelona.

A falta de unas pocas páginas para terminar su siguiente álbum, "Las calles de arena", Roca se confiesa asustado después de haber conseguido el Premio Nacional. "Lo miro y casi pienso en destruirlo -afirma-; si tuviera que empezar ahora de nuevo, no sé qué hubiera hecho".