En una entrevista concedida a Efe, Sacristán muestra su entusiasmo por el interés de los pequeños libreros en este evento y el "sacrificio" que hacen por estar cada año; el de los editores, que tienen la ocasión única de exponer todo su catálogo; y la fidelidad de los visitantes, impertérritos ante los chaparrones, un ingrediente clásico de esta feria y hoy, el día de cierre, no han fallado.

"Es mágico que haga el tiempo que haga la Feria tenga siempre público. Los expositores están muy contentos con las ventas pero no daremos datos porque así se ha acordado desde hace unos años", argumenta Sacristán sobre la falta de cifras.

Ya cuando se inauguró, el pasado 30 de mayo, la Federación del Gremio de Editores señalaba que no tenían "constancia" de "la crisis económica", de hecho Sacristán cree que se puede dar "por finiquitada" la expresión "pasear por la Feria: ahora es comprar en la Feria".

En las 364 casetas (20 más que el año pasado) instaladas han estado durante 17 días 428 expositores, de ellos 119 librerías -59 especializadas-, y 259 editores, 14 distribuidores, 31 organismos oficiales y 5 pertenecientes al el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina, el Caribe, España y Portugal (CERLALC).

Sacristán entiende que el éxito de la Feria, la más importante de España y uno de los acontecimientos culturales al aire libre más grande del país, se debe "al aliciente del 10% de descuento pero, sobre todo, a que a esta forma de exponer los libros hace que el lector pierda la timidez y se acerca a ellos".

En esta edición se han desarrollado cerca de 450 actividades, de ellas 145 dirigidas a niños.

En el programa de actividades en torno a la literatura iberoamericana, 41 en total, han intervenido más de 30 autores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Perú, Portugal y Venezuela.

"Están entusiasmados -afirma Sacristán-. Les ha impresionado muchísimo esta acogida, pero habrá que esperar para saber cómo se traduce eso en ventas cuando regresen a sus países".

Los autores, que han protagonizado más de 3.000 actos de firma de libros, son el reclamo fundamental de las librerías y algunos son "fijos" año tras año, como Mario Vargas Llosa, Julia Navarro, Matilde Asensi o Rosa Montero.

Otros como Ken Follet se han estrenado y lo han hecho a lo grande: el británico firmó ayer en 3 horas más de 2.000 ejemplares.

"Eso es un gran disfrute para el autor, que se ve cara a cara con sus lectores", asegura el director de la Feria, que destaca también como un hecho "interesantísimo" iniciativas como la de un grupo de siete pequeños editores que se han asociado, "arriesgando mucho", para tener una caseta.

La novela, el relato sigue siendo el género más demandado por los lectores, seguido de la literatura infantil y juvenil, "que tiene éxito gracias a la tarea de los padres".

La Feria de Libro de Madrid recibe más visitantes procedentes de otras provincias y de hecho este año han llegado autocares "hasta de Huesca", y además han constatado una masiva afluencia en días laborales.

De hecho, la reclamación que reciben con más frecuencia es que las casetas abran también a mediodía, "pero eso es imposible porque son pequeños libreros que aprovechan ese momento para ir a su negocio a ponerse al día".