El fiscal provincial de Pontevedra, Luis María Uriarte, citó ayer la pornografía entre los riesgos a los que se exponen los menores que utilizan internet de modo habitual y aludió a un informe que cifra en un 44 por ciento los que se sintieron acosados sexualmente en la red.

Durante su ponencia en las jornadas "Infancia e internet: prevención e detección de situacións de risco", el fiscal disertó sobre los riesgos que la red supone para los menores. Así, se refirió en primer lugar a la pornografía, pero apuntó también la prostitución y la corrupción de menores; los fraudes y las estafas; el contacto con radicalismos -sectas, grupos violentos y racistas-; la información sobre cómo disimular la anorexia, la bulimia y el consumo de drogas; y la incitación al fraude y la piratería.

Además, alertó de la existencia de delitos en internet diseñados específicamente para engañar a los niños. "Si son capaces de engañar a muchísimos adultos, a los niños mucho más, porque tienen menos capacidad de reacción y son más fáciles de engatusar", advirtió, aunque admitió que "no es fácil que pase".

No obstante, Uriarte constató que "sí puede pasar", por lo que apostó por "educación, educación y educación" y "formación" en cultura cibernética a padres e hijos; así como por que los padres "controlen" el acceso a la red de los más jóvenes y hagan "un uso conjunto" de ella. Del mismo modo, tendrán que "ofrecer confianza" a los hijos para que les transmitan las situaciones de riesgo que pueden padecer.

Reglas de uso

Con el fiscal provincial de Pontevedra coincidió el de Menores de la misma provincia, Jesús Calles, al aconsejar "que se eduque" a los hijos y que se sitúe el ordenador en un lugar abierto de la casa, como el salón, para que los menores no puedan utilizar Internet en un entorno de total intimidad. Además, ambos optaron por fijar unas "reglas de uso" para el ordenador, que establezcan que no es del menor, sino "de casa", por lo que puede estar sometido a revisiones por parte de los padres y a comprobaciones del historial de páginas visitadas.

Calles también apostó por informar a los menores de que "lo que puede parecer una broma o un juego, puede causar graves prejuicios de carácter psicológico a las víctimas". "Tienen que ser conscientes del alcance de sus actos en la red", insistió.

Uriarte destacó que el sexo es "el principal motor de Internet", puesto que "surge aunque no lo busques"; y lamentó que los jóvenes que están descubriendo la sexualidad "despierten de una manera tan brutal, encontrando pornografía de todas las variedades imaginables". "E inimaginables", apostilló.

Ante esta situación, planteó que estas imágenes de contenido sexual explícito pueden causar "tremendos desequilibrios" en la formación sexual de niños y jóvenes, así como provocar "trastornos adictivos" al sexo.

En cuanto a la prostitución y la corrupción, el fiscal provincial interpretó que internet es "el escenario idóneo" para, mediante el anonimato y la desinhibición que acarrea, engañar al niño y obligarlo a tener sexo con adultos, a producir pornografía o a prostituirlo. Explicó que ciertos adultos entran en salas de conversación o "chats" de menores y entablan relación con ellos haciéndose pasar por chicos de la misma edad, hasta que obtienen lo que quieren.