Para este economista de estirpe ideológica liberal lo que ha hecho reducir la pobreza es el sistema de libremercado que, a pesar de sus crisis periódicas, es el mejor sistema para los pobres. "Por eso -afirmó- la democracia debe serlo con libertad de mercado. Por eso si tenemos un sistema democrático debemos tener cuidado de que ni siquiera el pueblo sea soberano. Entiéndaseme bien, me refiero a esa obsesión del voto a cada momento y en los más diferentes niveles. Yo siempre he luchado por la democracia pero, como soy liberal, creo que deb estar limitada, igual que creo que la libertad debe estar protegida".

A pesar de reconocerse cercano a las posiciones del PP (militó un tiempo en el mismo como jefe y fundador de su ala liberal), reconoció el economista que no tenía confianza en que este partido pudiera corregir todo esto (el intervencionismo del Gobierno español) si llegara al poder. Y se hizo una pregunta: "¿Soy pesimista sobre el futuro de nuestra civilización? Pues diré que creo que conseguiremos un equilibrio entre quienes abusan de su poder político y quienes quieren hacer libremente sus contratos. Y a ello ayudará la mundialización y ese recurso de libertad que son las nuevas tecnologías de la comunicación".

El conferenciante citó a Roepke para señalar la necesidad económica de la libertad, criticó los excesos proteccionistas del Estado Providencial y esos gastos sociales enormes que para él merman la actividad económica y afectan negativamente a variables como el empleo...

"La deriva hacia el Estado providencia -dijo- gobernado por coaliciones de grupos de interés ha dejado su huella destructiva en las instituciones. La separación y división de poderes, en vez de baluarte de las libertades, es ahora un mero pretexto para administradores deseosos de más amplia jurisdicción..."