Este viaje -la doble estadía en Roma y el itinerario hasta Sicilia- propició una serie de notas que, reelaboradas en este volumen, no se publicarían hasta cuarenta años después. En ellas Goethe describe con minuciosidad -y haciendo gala de un estilo sumamente lírico- los lugares, gentes y costumbres de los pueblos y ciudades que recorrió, así como los palacios, iglesias y otras obras arquitectónicas o artísticas. Esos serían, sin duda, los años más felices de su vida, y así queda reflejado en las páginas de este libro, marcado por la pasión y la reflexión.