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Los comuneros intensifican la vigilancia de sus montes ante la proliferación de incendios

En Verducido y Cerponzóns activaron sus brigadas de voluntarios tras registrar varios fuegos - Salcedo o Campañó también suelen contar con personal en el monte a diario con el objetivo de disuadir a los pirómanos

Superficie quemada en uno de los incendios que afectó a Verducido en las últimas semanas. // Cedida

Viento del norte, humedad y altas temperaturas. La última semana se ha dado este cóctel tan peligroso en Galicia y han aparecido los primeros grandes incendios del verano en distintos puntos de la comunidad autónoma como Ourense y O Babanza. Por ahora,Pontevedra se está librando de grandes fuegos,pero sí que se ha detectado peligrosa actividad incendiaria en algunos de sus montes.

Esto ha provocado cierta preocupación entre las comunidades de montes de la zona, que han intensificado su presencia en el monte para evitar que un incendio (en la práctica totalidad de los casos son intencionados) acabe con su trabajo de años de puesta en valor de sus terrenos forestales.

Una de las zonas en las que existe una mayor preocupación es en los montes de Cerponzóns y Verducido. Según explica el presidente de la comunidad de montes, Marcos Rey, en las últimas semanas ya se han registrado tres incendios en los montes de ambas comunidades que, afortunadamente,han sido atajados pronto. El de mayor extensión llegó a alcanzar una hectárea de terreno quemado y otro que afectó a Verducido apenas 2.000 metros cuadrados, pero ambos se iniciaron de madrugada, lo que demuestra su intencionalidad. Los comuneros de ambas parroquias creen que existe algún incendiario en la zona y por eso han decidido activar ya una especie de cuadrilla de voluntariado que realiza tareas tanto de vigilancia como incluso de extinción para salvaguardar sus montes. "Esto surgió hace unos años cuando se produjo un incendio en una zona limítrofe entre ambas comunidades y coincidimos en las labores de extinción", explica Rey. "Comenzamos a hablar y acordamos que sería útil para las dos comunidades coordinarnos para vigilar el monte, se creó un grupo de whatsapp que solíamos activar en agosto, con los primeros incendios, pero este año hemos tenido que hacerlo antes", indica.

Así, Cerponzóns desde puestos de observación cerca del campo de A Chan, Verducido desde el Alto do Castro, están vigilantes ante cualquier conato que detecten.A partir de ahí, dan de inmediato la alarma a las cuadrillas de Medio Rural y también ellos cuentan con sus propios medios (en el caso de Verducido dos mochilas extintoras y "batelumes") para intentar evitar que el incendio no pase de un mero conato. Rey explica que este es también uno de los objetivos. A veces, una rápida reacción permite que un pequeño incendio se pueda atajar y no pase de conato, algo que es mucho más difícil cuando se descontrola.

Trabajadores en la zona

Otras comunidades de montes no disponen de estas cuadrillas específicas pero sí reconocen que incrementan su presencia en el monte estos días. Por ejemplo, en Salcedo, su presidente, Fernando Pintos, explica que tienen operarios de el monte a diario realizando labores de aprovechamiento y puesta en valor del monte y que él mismo sale con el resto de los vecinos casi a diario a disfrutar del espacio que han ido recuperando estos años. "Nós temos a sorte de que esto está moi vixiado todo o tempo e a iso hay que sumar que se plantase ao lume íalle costar propargarse" dado que el terreno está limpio y las apenas tienen plantaciones de eucalipto y también pino. "A mayoría son especies autóctonas".

También en Campañó hay gente casi todo el día en el monte. José María Domínguez prefiere "no mentar la bicha" porque si se habla de incendios parece que luego aparecen y por ahora van zafando. Reconoce que están "preocupados" por las condiciones meteorológicas que hacen proliferar los incendios y explica que en Campañó están realizando distintas mediciones en el monte que también lo mantiene vigilado todos los días, además de las caminatas voluntarias que pueda hacer algún vecino. Esto en cuanto a O Castrove, dado que en A Tomba se está ejecutando además el parque forestal.

Pese a estas vigilancias, el temor a un incendio importante existe, como reconoce Iván Pérez, presidente de la Mancomunidade de Montes de Pontevedra. "Estamos todos un poco cruzando los dedos".Pérez critica las dificultades de las comunidades para acceder a las ayudas para limpiar los montes contra los incendios pero aún así señala que el gran problema no está en los terrenos vecinales. "El 66% del terreno forestal sigue siendo particular y mientras no haya una iniciativa seria para obligar a mantener los bosques en estado óptimo, o mientras los propietarios no pongan en marcha agrupaciones de gestión conjunta para ponerlas en valor y sacarles rendimiento no se podrá hacer nada".

Agrupación de propietarios

Y es que Pérez destaca que las limpiezas anuales de los terrenos, aunque son una solución a corto plazo o de urgencia, no parecen sostenibles a largo plazo para los pequeños propietarios por su elevado coste. Y eso que hay iniciativas como la que está llevando a cabo la Xunta y Seaga para intentar ofrecer esos servicios a precios asesibles, como señala Pérez.

Lo más adecuado, a su juicio, sería la agrupación de estos pequeños forestales en grandes superficies lo que permitiría una mejor gestión del monte y que, de esta forma, los terrenos particulares no pusieran en peligro los comunales que, en su mayor parte, sí están siendo gestionados y en Pontevedra ofrecen un cinturón de seguridad frente a los incendios.

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