Las cofradías se muestran preocupadas por el año de grandes lluvias que dejamos atrás y comienzan a ver los primeros efectos.

"Estamos con la incertidumbre de qué puede hacer el agua dulce. La navaja en la zona de Placeres murió en una gran parte del banco, también murió mucha almeja. Este año con tanta lluvia y riadas hay mucha agua dulce, y hay marisco que muere en seguida por ello", explica Iago Tomé, patrón mayor de la Cofradía de Raxó.

También se lamentan con el estado del berberecho. "Ahora mismo no se quita, de momento lo que hay no murió, a ver si resiste de cara al verano, pero hay poco, se fastidió hace unos años y aún no ha vuelto a recuperarse de la Martilia", explica Tomé. El problema recae en que una vez este molusco bivalvo alcanza un tamaño óptimo muere, afectado aún por el virus de Martilia, "llevamos unos seis años en la misma situación y nos afecta mucho, es una especia que se daba mucho en la ría y se nota", señala el patrón.

Por último destaca que, debido a la abundancia de pulpo, es un mal año tanto de nécora como de centolla, mariscos de los que el pulpo es gran depredador. "Además a la centolla le afectó mucho el mal tiempo, por eso alcanzó un precio alto", justifica Tomé, que indica que en estas semanas se vuelve a coger este marisco.