Que levo? Lenguado, bacallao e mexilóns" explica María Jesús Lois a la puerta del Mercado de Abastos, que ayer vivió una jornada extrañamente animada para tratarse de un lunes, día habitualmente apenas sin actividad. No obstante, tras una semana de parón de la flota en las bancadas había más pescado y los precios iniciaron su previsible escalada.
Se incrementan sensiblemente con respecto a los de la pasada semana: el buey pasa de 14 a 20 euros, la centola ronda los 40, los percebes se mantuvieron a 60 euros y la cigala aumentó de 45 a entre 70 y 75 euros. Con todo, la gran estrella de la jornada fue el bacalao, ya que un significativo porcentaje de las familias mantiene la tradición de poner este plato en Nochebuena y se necesitan al menos 24 horas para el desalado, como explicaban ayer varias de las avezadas cocineras.
Todos los restaurantes que compran habitualmente en el Mercado ya han llevado sus pedidos hace días y hoy una parte muy importante de la clientela solo acudirá a la Plaza para recoger los encargos. Otros, como Javier Dopazo, tienen por costumbre "esperar al último día. Yo compro habitualmente aquí y ya he congelado hace semanas lo que me interesaba, pero para las compras finales vendré mañana".
Como este pontevedrés, muchos clientes acudirán durante esta mañana para las compras de última hora. Un buen ejemplo, las otras (de los poquísimos productos de depuradora que se venden por pieza) cada vez más de moda en las mesas de Nochebuena.
Por lo que respecta a las carnes, de nuevo las más demandadas en Pontevedra son el cordero (a precios entre 10 y 14 euros y a 15 el lechazo) y la carne para asar (entre 9 y 12 euros). Begoña Laya, una veterana profesional de la Plaza, explica que a mayores esta Navidad "hay algunas novedades como que la croca se está vendiendo muchísimo y también el solomillo", que alcanza los 25 euros.
Con la coliflor, el bacalao, las carnes o los mariscos, otros productos del Mercado cobran protagonismo en estas fechas. Se trata de los adornos vegetales, a la cabeza el acebo, las flores de Pascua, las hojas de magnolia y las inmaculadas flores de algodón, un buen adorno (hay quien opina que solo conservamos tres cosas del paraíso: las estrellas, las flores y los niños) para la noche más especial y familiar.
