De cuatro que solicitaba inicialmente de la Fiscalía a dos años de prisión. Esta es la pena que aceptaron las responsables de una empresa de puertas de Barro, Comercial Vilanova, que ardió en marzo de 2012 en un siniestro en el que perdió la vida un trabajador y otros cuatro resultaron gravemente heridos. El operario fallecido, Juan Ogando Ruibal, vecino de Moraña, se tuvo que lanzar al vacío desde un segundo piso de la nave, unos nueve metros de altura, al verse acorralado por el fuego al no haber salidas de emergencia desde la citada planta. En la caída sufrió heridas que le causaron la muerte. Otros cuatro trabajadores resultados con heridas graves, algunos, al igual que Juan, al tener que lanzarse desde la primera planta de la nave industrial al verse acorralados por el fuego. Hay una tercera acusada, responsable de la implantación y control de riesgos laborales en esta empresa, para quien la fiscalía solicitaba inicialmente dos años y medio de prisión pero que también verá reducida la pena como consecuencia de este acuerdo de conformidad.

El acuerdo entre las partes atañe solo a las responsabilidades penales derivadas de aquel siniestro, pero no las civiles, por lo que el juicio que comenzó ayer continuará celebrándose a lo largo de los próximos días en el juzgado de lo Penal 2 de Pontevedra para determinar las correspondientes indemnizaciones que se pueden dereivar de aquellos hechos.

Las dos acusadas, B.V.C. y E.M. V.C., son las hijas del fundador de la empresa. La Fiscalía y las acusaciones sostenían que, junto con la responsable de riesgos laborales, habían actuado de forma negligente e imprudente dado que en la empresa había graves carencias de seguridad como la no sectorización y aislamiento de la caldera que estaba ubicada justo al lado de la única escalera de acceso a la planta segunda. Así, cuando se inició el incendio en esta caldera, el trabajador fallecido subió para intentar avisar a sus compañeros pero luego le fue imposible regresar por la única escalera afectada por el fuego de tal forma que los operarios que se encontraban en el segundo piso tuvieron que arrojarse por la ventana para escapar del humo y las llamas.

Además, el operario fallecido estaba realizando labores en el lugar de trabajo a pesar de estar de baja temporal, según la Fiscalía. Según las fuentes consultadas, el acuerdo para reconocer los hechos también conlleva la suspensión de la pena de cárcel para las tres personas procesadas por estos hechos.