Los guardas rurales denuncian que el furtivismo que en las últimas semanas "asola al pósito de la cofradía de Pontevedra", se está volviendo cada vez "más violento y más constante".

Así, señalan que en los últimos días, de noche, tres furtivos que se encontraban perfectamente organizados entre ellos, bajaron a los arenales, en tres zonas bien separadas de la playa de Combarro, para desplegar su "modus operandi" habitual en el que uno de los furtivos mantiene a los guardas "entretenidos" en su persecución mientras los otros pueden así trabajar a sus anchas. Aún así, los guarda pescas se emplearon a fondo para desarticular esta maniobra por parte de los furtivos. No obstante, cuando uno de los guardas dio el alto a uno de ellos, "éste le profirió una serie de insultos, y con una actitud muy agresiva se abalanzó sobre el guardapesca siendo este agredido".

El furtivo le golpeó con la saca de almejas que portaba y que, a causa del impacto, se rompió quedando diseminadas por la arena de la playa las almejas, siendo el total de lo incautado de 12,18 kilos de marisco, que una vez pesado fue devuelto al mar en la misma zona de extracción.

Los guardas rurales manifiestan su temor de que a medida que se acercan las fechas de Navidad, el incremento del furtivismo crezca exponencialmente gracias al buen precio que alcanza la almeja en estas fechas señaladas, asi como ante el descenso de las horas de luz, lo que le dará una mayor cobertura a estos furtivos a la hora de actuar.

Por este motivo, los guarda pescas marítimos de la cofradía de Pontevedra se sienten desbordados por lo que solicitan un incremento en el número de efectivos para la cofradía de Pontevedra reforzando así la vigilancia, "lo cual es necesario para cortar drásticamente con esta lacra que asola al pósito pontevedrés".

El guarda rural resultó lesionado y presentó la correspondiente denuncia. Resultó solo contusionado, pero piden medidas y refuerzos antes de que se pueda producir alguna situación de mucha más gravedad.