Se dice que los autónomos no duermen, que en gran medida contribuyen a mantener las ciudades y el país en marcha. Durante los años de la crisis, resistir se convirtió en todo un reto para los que trabajan por cuenta propia, pero parece que el esfuerzo valió la pena. En el municipio de Pontevedra el número de autónomos se mantiene y en el último año apenas ha experimentado cambios, con algo más de 5.400.
Tal y como informa la Asociación Intersectorial e Interterritorial de Autónomos e Pequenas Empresas de Galicia, APE, con sede en Pontevedra, la tendencia ha sido la misma en el resto de concellos de la comarca. Es el caso de ayuntamientos como Poio, que se mantiene con algo más de 1.100 autónomos, Vilaboa y Ponte Caldelas, ambas con cerca de 400, o Barro, con alrededor de 300.
Sigue habiendo una predominancia de autónomos hombres, que suman el 56 por ciento, frente a un 44 por ciento de mujeres.
"Los estudios recientes aseguran que los principales motivos por los que se dan de baja los autónomos son de tipo económico. La carga fiscal, las facturas impagadas o la dificultad para encontrar clientes son los culpables de más del 65 por ciento de las bajas", aseguran desde APE.
En un interesante porcentaje de caso, más de un 16 por ciento, terminan por encontrar trabajo como asalariados en mejores condiciones.
Por otro lado, en casi un 14 por ciento de los casos, los autónomos se convierten en societarios.
En la provincia de Pontevedra el número total de autónomos es de alrededor de 67.500. También a este nivel se mantienen las cifras. Es, de hecho, la pontevedresa la provincia en la que menos ha caído esta cifra en el último año.
Por el contrario, en la de A Coruña fue donde más reducción se registró, de más de 233 trabajadores por cuenta propia, al pasar de 85.692 a 85.925.
Le sigue Ourense, con algo más de un centenar menos: de 23.776 pasó a 23.900. Lugo, por su parte, redujo su número de autónomos en 81.
Los sectores que mayor pérdida sufrieron fueron los de la educación, las actividades profesionales, la agricultura, las actividades sanitarias, las actividades administrativas y, aumentando en los últimos años, los sectores de la hostelería y el sector transportes.
En cualquier caso, tal y como aseguran fuentes de la directiva de APE en Pontevedra, casi la mitad de los autónomos gallegos tiene una actividad superior a los cinco años.
Las elevadas cargas fiscales les llevan, en la mayoría de los casos a cotizar por la base mínima. "Tres de cada cuatro cotizan por la base mínima, mientras que solo un 2,6 por ciento lo hacen por la máxima", se lamenta APE.
Muy pocos menores de 25
Prácticamente, la mitad de los trabajadores tiene entre 40 y 54 años de edad y solo un 1 por ciento es menor de 25 años.
Son pocos los que tienen trabajadores a su cargo. La gran mayoría, cerca de un 76 por ciento, trabajan en solitario.
Sin ayudas ni subvenciones
Una de las cuestiones que se destaca desde APE en Pontevedra es que son muchos los autónomos que no llegan a solicitar ayudas ni subvenciones. "En muchos casos, ni siquiera saben a qué ayudas pueden acceder. Esto se explica porque 3 de cadada 10 autónomos no tienen la información suficiente al respecto", indica la asociación.
Sobre el terreno, las principales áreas de interés para recibir ayudas o subvenciones son aquellas relacionadas con la contratación y la financiación, en mayor medida.
Por otra parte, los trámites burocráticos, la cuota mensual y el sistema de tributación son las principales barreras.
