La parroquia de San Bartolomé apenas ha terminado de recomponerse del violento episodio que vivió el año pasado, cuando un hombre entró alterado y tiró el sagrario y parte del retablo principal al suelo. Ahora, con los daños ya reparados sigue con la vista puesta en el mismo retablo, en esta ocasión por la carcoma que afecta ya visiblemente a varias de sus figuras, así como a otras imágenes de la iglesia. Por ello el pasado mes de abril la parroquia mandó a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia un informe de fin de obra donde comunican la situación del retablo.
La carcoma son larvas de una especie de escarabajo que vive escasos días, muriendo al depositar sus huevos. Se alimentan de la madera, la perforan construyendo galerías y produciendo un característico serrín. El párroco, Raúl Lage, recuerda que en los años setenta se hizo una obra que levantaba el muro que separa el complejo parroquial de la iglesia. El muro se hizo de cemento armado con encofrado de pino, motivo por el que sospecha, entró la carcoma. "Estamos pendientes de Patrimonio, de una respuesta de determinaciones, porque esto es una obra ingente para cometerla desde la parroquia como hicimos con la restauración de los desperfectos que sufrimos por el incidente", alega Lage. "Algunas imágenes del retablo ya tienen carcoma por lo cual suponemos que el retablo tendrá, necesitaría una limpieza y un tratamiento contra los xilófagos", añade.
El retablo principal pertenece al estilo barroco y según el sacerdote sería uno los más antiguos de Galicia. La parte central de este, sin embargo pertenece a principios del siglo XX cuando se hizo con el objetivo de poner una figura de San Bartolomé más grande que la anterior de reducido tamaño que aún se conserva.
Ahora esperan una respuesta para poder comenzar a tocar el problema pidiendo presupuesto. Algo que ya sufrió el santuario de la Divina Virgen Peregrina , cuyo retablo se sometió a un tratamiento por el mismo motivo.
Además desde la parroquia observaron durante una novena en la que mueven las figuras que otras imágenes como la de Sagrado Corazón y la del Carmen sufren los mismos daños en la base de la escultura.
Otros retablos dañados
La iglesia se encuentra preocupada por el estado de sus obras de arte. Al problema de la carcoma se le suman las humedades que encuentran en otros dos retablos, ambos del primer tercio del siglo XX. Lage. Los de Santa Lucía y la Magadalena son según el párroco unas figuras muy simbólicas y de las más antiguas de la iglesia y "necesitan a gritos una restauración". Lage cuenta que en las últimas obras de restauración que realizó Deputación en el quinto edificio del museo, hace aproximadamente cinco años, entró agua y los retablos sufren desde entonces visibles desperfectos y humedades. Por aquel entonces se hizo una "reclamación de palabra y no una denuncia formal, queríamos evitar que se sintieran presionados". El sacerdote recuerda el episodio sufrido hace más de un año y señala que si aquello fue "un accidente esto también". Por ello confía en que la Deputación se haga cargo. La iglesia ya afrontó el coste de la reparación del retablo principal y el sagrario. Asegura que esta no podrían hacerla sin ayuda de la administración.
