De los cuatro acusados que se sentaron ayer en el banquillo de los acusados, uno de ellos; Manuel S. F. alias "Machucho", fue condenado por la Audiencia como autor de un delito de tráfico de drogas por el alijo de cuatro toneladas de hachís del "Garbi III". El fiscal tiene en esta operación de narcotráfico que salió mal el móvil para explicar el secuestro tanto de Villaverde Amil como de José Antonio Pouso Rivas, alias "Pelopincho".

La Policía y la Fiscalía que ambos desaparecidos eran piezas claves en la organización de este narcotransporte. Supuestamente, el alijo se perdió en medio de un temporal cuando el buque, que traía cuatro mil toneladas de hachís propiedad de las mafias marroquíes y que habían confiado su transporte a los gallegos, se hundió en el Atlántico a la altura de la costa portuguesa en Torres Vedras.

Este fracaso en la operación, bien por la pérdida del alijo o bien porque los propietarios no se creyeron que había acabado en el fondo del mar, pudo motivar que estos exigieran responsabilidades a los gallegos y que Pouso Rivas y Villaverde Amil acabaron pagando esto con su vida, aunque sus cuerpos nunca pudieron ser hallados ni tampoco se confirmó que hubieran fallecido.

De hecho, aunque no hay constancia oficial, los investigadores dan por hecho el fallecimiento de ambos y un juzgado de Pontevedra inició los trámites hace ya tiempo para dar por muerto oficialmente a Villaverde Amil. Sin la testigo clave, la prueba se ciñe a escuchas telefónicas y otras pesquisas.