Ainhoa Fervenza, secretaria general del PSOE de Sanxenxo y candidata a la alcaldía por esta formación, desconvocó a última hora la asamblea prevista para la noche de ayer en la que los socialistas debían ratificar la lista electoral con la que concurrirán a las elecciones municipales del próximo mes de mayo. Lo hizo tras tener conocimiento de la dimisión de dos miembros de la ejecutiva local, provocada precisamente por el método seguido por la candidata a la hora de elaborar la lista.

Jesús Leiro Abelleira y Asunción Palmira Oubiña Vallejo, ambos socialistas históricos que volvieron a la primera línea política de la mano de Ainhoa Fervenza, argumentan su dimisión en la "imposición" de una candidatura que, entienden, debería surgir del consenso de toda la agrupación. Ambos acusan a Ainhoa Fervenza de no tener en cuenta la opinión de los militantes que están trabajando en Sanxenxo para conseguir que el PSOE alcance unos resultados electorales mejores que los de 2015.

El motivo de la discrepancia interna no estaría relacionado con las personas elegidas por Ainhoa Fervenza para componer la candidatura, sino que el puesto asignado a cada una de ellas.

La agrupación socialista de Sanxenxo afronta así, a dos meses de las elecciones municipales, un nuevo capítulo de una crisis interna que se repite periódicamente desde hace 20 años.

Y es que aunque la intención de Ainhoa Fervenza era recuperar el "espíritu del 95", un año en el que el PSOE lograba la mayoría absoluta para José Luis Rodríguez, la tarea no es fácil ya que las divisiones internas han ido fraccionando al partido de forma irreversible.

Fueron muchos los episodios divisorios en el seno socialista. Desde la dimisión de dos concejales a pocos días de las elecciones de 2007 hasta la reciente baja de Coral González-Haba, que el año pasado dejaba al PSOE sin representación en la Corporación.

A nivel de agrupación la cosa no fue mejor. La dimisión de Óscar Serantes como secretario general abrió una batalla entre tres candidatos que ganó en un primer envite Hugo Andrade, por un solo voto para perder por cinco votos en una segunda convocatoria, seis meses después. Con esa clara división recibía ya la agrupación, en enero de 2018, a Ainhoa Fervenza, que ahora se enfrenta a su primera crisis como secretaria general.