La Policía Nacional de Pontevedra investiga las circunstancias en las que se produjo la muerte de una mujer, N. S. L., de 83 años de edad ayer en Lourizán. El hijo de esta octogenaria encontró el cadáver de la mujer en un pozo al que, según aseguró a los agentes, su madre acudía cada mañana a recoger agua para beber. Inicialmente, las investigaciones policiales apuntan a que la mujer pudo caerse accidentalmente en el pozo o al sufrir algún tipo de indisposición.

Según indicaron fuentes de la Comisaría Provincial de Pontevedra, sobre las siete de la mañana se recibió en el 112 una primera llamada de alerta del hijo de la fallecida asegurando que había ido a casa de su madre, en el Camiño da Torre en Pontemuiños, para verla y que se encontró con que la casa estaba abierta y vacía. Explicaba que la casa estaba intacta y no había nada revuelto.

Señalan fuentes policiales que a continuación, según él mismo relató a los agentes, conocedor de la costumbre de su madre de acudir a diario a recoger agua a este pozo, fue a mirar a este lugar y allí encontró el cadáver de la mujer en el agua.

Volvió a llamar al 112 para alertar del hallazgo, cuando ya la Policía Nacional estaba en camino hacia el lugar. Una vez allí, dado que el cuerpo estaba accesible, pudo ser retirado del pozo por los propios agentes de la Comisaría, pero ni ellos ni los efectivos sanitarios trasladados al lugar pudieron hacer nada al encontrarse la mujer ya sin vida.

En el lugar de los hechos también se encontró una botella vacía que supuestamente la mujer utilizaba para recoger el agua que luego llevaba para su casa. El pozo se encuentra en unas fincas próximas a varias viviendas, entre ellas la de la fallecida.

Hasta el lugar se desplazaron efectivos policiales que, a falta de lo que indique la autopsia, inicialmente no encontraron ni en el lugar de los hechos ni en el cadáver signos de violencia o cualquier otro indicio que pudiera hacer pensar en otra hipótesis diferente de la caída accidental debido a un despiste o a alguna indisposición, que ayer era la principal teoría que manejaban los investigadores de la Comisaría.

Cabe recordar que hace apenas una semana otra mujer, en este caso de 60 años de edad, tuvo que ser rescatada del interior de un pozo en Pontevedra, en esta ocasión en Salcedo, al caerse en una oquedad de unos seis metros de profundidad. En este caso se trataba de una especie de estanque también con bastante profundidad, unos tres metros aproximadamente, aunque el cuerpo pudo ser retirado por los propios policías sin la asistencia de los bomberos.