Aunque la situación tierra adentro no parecía excesivamente mala, las condiciones climatológicas en el mar fueron ayer bastante duras y, de hecho, obligaron a buena parte de la flota de la comarca a permanecer amarrada.

Así ocurrió por ejemplo en puertos como Combarro, en donde el cien por cien de las embarcaciones se quedaron en puerto. Lo confirmó el patrón mayor de la cofradía de Raxó, Iago Tomé, quien señala que había un "mar de fondo importante" que hacía aconsejable no salir a la mar. En la mayoría de los casos, las embarcaciones que estos días se dedican a faenar con los "miños" y "trasmallos" se tuvieron que dedicar a otras actividades, de tal forma que ayer cambiaron la pesca por labores de mantenimiento de los aparejos y de las embarcaciones en tierra.

Las previsiones de MeteoGalicia y los avisos de Aemet establecían para ayer una alerta naranja en todo el litoral gallego. En aguas de las Rías Baixas la previsión era de mar combinada de noroeste con olas de más de cinco metros. El oleaje podría llegar a siete metros en el resto del litoral gallego. También se esperaban vientos fuertes en el litoral y en las zonas altas.

La previsión mejora ligeramente hoy, aunque ayer todavía permanecía activa una alerta amarilla para toda la costa gallega para parte de la jornada. En este caso, la previsión es también de mar de fondo de noroeste con olas de cuatro metros. La alerta permanece activada hasta las doce del mediodía.