La compra-venta del solar de Sineiro para la construcción de un centro médico va a suponer un desembolso para el Concello de unos 300.000 euros. Así lo valoró ayer el gobierno local tras tantear al propietario del terreno ubicado en la parroquia de San Salvador, una finca que cuenta con el visto bueno de los técnicos municipales y de la Xunta, así como de los miembros de la corporación. El alcalde, Luciano Sobral, señalaba ayer que esperaba el visto bueno de la consellería de Sanidade para tramitar la transacción para poner el solar a disposición de la Xunta.

Según señaló Sobral, se trata de una cantidad no cerrada, sujeta a negociación. Pero la compra-venta del terreno todavía no se efectuará hasta que desde la consellería de Sanidade no de el visto bueno a la construcción del nuevo centro médico de Poio, siempre y cuando esta opción no implique cerrar los consultorios de Combarro y Raxó.

En ese sentido, el alcalde criticó la falta de respuesta por parte de la gerencia del CHOP tras las peticiones de reuniones con el gobierno local realizadas en los últimos meses y a las que no se dio respuesta, a pesar de que recientemente mantuvieron un encuentro con representantes de la Plataforma de Afectados de San Salvador. Tras el mismo, el portavoz del colectivo indicó que desde el CHOP esperan que el Concello sea quien decida si se ampliará Anafáns o si se contruirá un centro nuevo.

"Ellos son los que no dicen nada (por los representantes del Sergas) y bloquean la situación. Si quieren construir un nuevo centro médico tienen que respetar el acuerdo plenario y el mandato de la corporación", respondía Sobral al respecto, en referencia a que, de ejecutar la construcción del PAC en Sineiro debería ser manteniendo las consultas de Raxó y Samieira, algo que no encaja en los planes de la Xunta.

Desde el Concello no esconden que su preferencia es la construcción del nuevo centro médico. "La ampliación de Anafáns nos parece un parche y lo mismo dijeron desde la Xunta en el segundo contacto, no entendemos como vuelven a sacar después la ampliación. Si ya consideraron en su momento que sería un parche, lo seguirá siendo ahora también", indicó Sobral al respecto, para señalar posteriormente que el gobierno local "no se va a oponer a la ampliación, pero lo que demandamos es un centro nuevo respetando las consultas en Combarro y Raxó".

De este modo, el Concello espera el acuerdo en esas condiciones con la Xunta para adquirir la finca de Sineiro. "La queremos comprar, pero para un uso determinado del centro médico", indicaba Sobral. La parcela cumple los requisitos de urbanización señalados por los técnicos de la Xunta, que indicaban que fuese en suelo urbano y un espacio de 1.500 metros cuadrados. El terreno propuesto tiene más de 2.000 metros cuadrados. "Da para construir lo que ellos querían incluso con horizontes a alguna futura ampliación y aparcamientos", destacó Sobral de la finca ubicada a pie de la PO-308.

Colectivos

Por su parte, desde el BNG lleva puesto en marcha una campaña para demandar mejoras sanitarias en el municipio. Tras reunirse con varios colectivos, apuntan a que la construcción del nuevo centro médico manteniendo los consultorios de Combarro y Raxó es la opción que prefieren los vecinos. En dicha campaña, además, los nacionalistas piden que se restituyan los médicos, tanto de medicina general como pediatras, que no fueron cubiertos tras las jubilaciones y concursos de traslados de facultativos.

"Lamentamos la actitud del Sergas en Poio. De la comarca somos el que peores datos de médico por habitante ni tampoco entendemos que no quieran mantener los consultorios de Combarro y Raxó ya que en Marín abrieron el centro médico manteniendo el de Seixo y en Sanxenxo, también sigue abierto el de Vilalonga", afirmó Sobral.