El BNG de Caldas tachó de "obra cosmética" la propuesta del Concello para duplicar la capacidad de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) y mejorar tanto la cantidad como la calidad de la traída municipal. La propuesta era presentada ayer por el comité de crisis del Umia, compuesto por alcalde, Juan Manuel Rey, y por los portavoces de los grupos municipales, Manuel González (PSOE), Manuel Cortés (PP), Fernando Pérez (ICdR), con la excepción del edil nacionalista, Manuel Fariña, que no fue invitado pese a pertenecer al grupo tras el incidente del pasado martes en el que entregó una botella de agua del río Umia a la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, en su visita a Caldas para aprobar el PXOM.

"Tenemos claro que lo prioritario para Caldas es recuperar el Umia, pues solo así se eliminará la microcistina, tal y como afirman los expertos", indicaba ayer Fariña. El portavoz nacionalista tildaba de "socios del gobierno" del PSOE a PP e ICdR y acusó al "tripartito" de que no importarles "la salud del Umia".

"Pretenden hacernos creer ahora que el problema del agua de consumo de Caldas se resuelve gastando 2 millones de euros en una nueva ETAP, cuando días antes decían que no había problema con el agua de consumo de Caldas", indicaba el portavoz del BNG que considera necesario "apostar por solucionar el problema de raíz, recuperando el Umia" y no "perpetuar el problema de la contaminación".

"El documento presentado por el tripartito avala una de las tesis que manteníamos desde el BNG, ya que reconoce que el agua que el Concello estuvo llegando a los hogares caldenses es de mala calidad. Este estudio dice que tanto el agua recogida en Segade así como en los pozos es de mala calidad y propone el aumento del sistema de Ozono el cual el alcalde se negó a utilizar y reconoce que hay que cambiar los filtros de carbono", afirmó.

Por su parte, Rey indicaba el pasado jueves que siguen contando con el nacionalista para el comité de crisis del Umia buscando el "consenso".