Desde un control de los vertidos industriales a la red de saneamiento hasta el embotellado de agua del grifo para actos protocolarios o deportivos. Son algunas de las propuestas que Viaqua incorporó en su oferta y que ahora deberá cumplir hasta 2038. Julio Masid explicó que la firma de ayer fue la "consecución de un reto porque en este sector hay que reinventarse para mantener la calidad del servicio" y presentó su propuesta como "un nuevo modelo de gestión sostenible que será nuestro escaparate ante ortos municipios" que renueven la concesión de agua y que se sumen a los 53 que ya tienen acuerdo con Viaqua en Galicia.

Controles de la galería de servicios de Beiramar, detección de fugas en la red de agua, e incluso el uso de vehículos eléctricos o bicicletas para los empleados son algunas de las "más de 500 innovaciones técnicas" anunciadas ayer por la concesionaria.

Por su parte, el alcalde, Miguel Fernández Lores, hizo una defensa de este modelo de privatización del servicio, uno de los aspectos más criticados por Marea y PSOE durante el largo proceso de adjudicación. Subrayó que este concurso "ha superado todos los filtros técnicos, administrativos y políticos" y supondrá "un paso adelante en la prestación del servicio, con innovaciones que solo son posibles en una economía de escala que puede asumir una empresa que trabaja en todo el mundo, pero no un municipio en solitario".

Lores insistió en que "lograremos completar el saneamiento del rural y seremos la primeras ciudad de Galicia, salvo A Coruña, que carece de rural, en hacerlo"