El mejor rock n'roll del país para abrir los conciertos de A Peregrina. Rosendo llegó a Pontevedra con su gira "Mi tiempo señorías...", con la que se despide de los escenarios y dejó el listón por todo lo alto, pese a los pequeños fallos de sonido.

El cantante madrileño dio el último adiós a un público pontevedrés con muchas ganas de la música. Miles de personas residentes en la ciudad, pero también de fuera se acercaron a la Praza de España para vibrar con el mítico sonido de Rosendo.

Tras la actuación de los teloneros Glitter&Litter para abrir boca, llegó uno de los platos fuertes de las fiestas. En la noche grande de la ciudad, el rockero madrileño estuvo a la altura. A sus 64 años, y con más de una quincena de discos en solitario a sus espaldas, Rosendo Mercado ofreció una mezcla de canciones de ayer y de hoy. Las nuevas "Que si vengo, que si voy", "¡Qué bufonada!" o "Cúrame de espantos" se mezclaron con auténticos himnos de la música española como "Agradecido", "Masculino singular" o "Maneras de vivir", que sin duda fueron los que más levantaron al público que abarrotaba la plaza.

La magia de Rosendo caldeó un ambiente al que contribuyeron los miles de fans de todas las generaciones que acudieron predispuestos a vibrar por última vez con él. Abuelos, padres e hijos se juntaron para disfrutar de una despedida por todo lo alto, culminada por los fuegos artificiales, que coincidieron con su vuelta al escenario tras un pequeño parón de diez minutos por los problemas de sonido. Varios fallos condujeron a que los músicos detuviesen el concierto al filo de la medianoche para reanudarlo poco después con "No son gigantes". Una pausa que no empañó una noche mágica para abrir unos conciertos de A Peregrina a los que hoy da continuidad Carlos Sadness. Mientras, algunos todavía saborean "agradecidos" la última oda a la música del rey del rock patrio.