Natural de una pequeña aldea de Cacheiras llamada A Pedra, en el municipio coruñés de Teo, Ramón Eixo Blanco estudió en esta localidad hasta los 12 años y acabó el bachillerato en Santiago, en donde se licenció en Químicas. Mientras estudiaba impartía también clases particulares de Física y Química en una academia. La vocación ya la tenía dentro. Lo que no sabía es que la iba a desarrollar en O Morrazo en donde tuvo su primer destino, al acabar la carrera, con un contrato para dar clases de Física, Química y Matemáticas en el colegio San Narciso dos Paules, en Marín. Allí fue donde la familia tomó la decisión de quedarse a vivir en esta villa, en la que sigue residiendo y desde donde se ha estado desplazando a diario hasta el Instituto A Paralaia de Moaña, el centro en el que ha ejercido su profesión en los últimos 28 años hasta ahora que se jubila.
Tras cinco años de profesor en Marín, en 1986 aprueba las oposiciones de profesores de Física y Química de Maestría Industrial. Su primer destino fue el Instituto Frei Martín Sarmiento de Pontevedra, en donde se estaba preparando la escisión de la rama administrativa de FP que dio lugar hoy al IES Luis Seoane de Monte Porreiro, en donde estuvo un año de director.
De A Guarda a O Morrazo
Tras esta etapa, recuerda que le llegó su primer destino definitivo, en el extremo sur de la provincia, en A Guarda, en el IES A Sangriña, en donde permaneció dos años hasta que surgió la posibilidad de acercarse a O Morrazo con una plaza de profesor de Física y Química en el IES A Paralaia, primero en FP, después en Secundaria y finalmente como catedrático.
Era el año 1990, cuando todavía había encerados y paquetes de tiza consumida, máquinas de escribir y la comarca vivía la movida de Cangas contra la contribución. Ramón Eixo recuerda con "cariño" aquellos primeros años en Moaña "nun instituto no que eramos pouco máis de trinta compañeiros profesores e profesoras, que tiñamos unha moi boa relación e afrontábamos con boa filosofía a labor de formación do alumnado que daquela viña ós centros de FP, non sen dificultades".
A los dos años, Eixo asumió la dirección. Fue su primera etapa como director que ejerció durante dos años. En el 2000 lo dejó para continuar en la labor José Manuel Tizón al que sucedió Ramón Davila, hasta que en 2007 Eixo volvió a asumir la dirección hasta hoy.
En todo este tiempo, asegura que hubo logros y fracasos, aciertos y errores "pero o balance é positivo". Dice que se lograron importantes mejoras de infraestructura para el centro como la construcción del pabellón, así como la informatización del instituto, que cuenta con una red informática completa y dos acometidas de fibra óptica que resolvieron el grave problema de velocidad de acceso a internet. Pero dice que con todo eso, todavía quedan cuestiones importantes por resolver como la ampliación de los talleres, una remodelación de espacios para la mejora de aulas, así como la dotación de una sala de actos que la consellería tenía comprometida desde hace años y que aún no se llevó a cabo. Por encima de todo, el mayor logro que destaca es que siempre contó "coa enorme dedicación e profesionalidade de tódolos equipos directivos que estiveron conmigo nas diferentes etapas e coa boa colaboración do claustro de profesorado que merece a miña sincera felicitación, así como de todo o personal de servizos que desempregou unha labor de calado e eficaz".
Atrás quedan 28 años también de anécdotas, de comidas en el lago Castiñeiras, de viajes del profesorado en autobús o en barco para realizar actividades culturales y comidas en lugares como Ons o San Simón y aquella broma que todos recuerdan cuando el equipo directivo llamó al delegado de Educación para pedirle una excavadora "co resultado dunha extraordinaria e humorística resposta por parte do mesmo".
Eixo seguirá en septiembre en las tareas directivas para ayudar en el relevo a su sucesor Álvaro Rodríguez Cid, actual jefe de estudios; cargo que asumirá Ana Díaz.
