Una familia de gansos del Nilo acaparó ayer la atención de numerosos curiosos en la calle Augusto González Besada. Los animales, dos adultos y siete crías, saltaron desde la ventana de un sexto piso, aprovechando la ausencia de su dueña, asustando primero a los peatones y conductores que pasaban por la zona y centrando posteriormente la atención de todos, siendo objeto de numerosas fotos, vídeos y selfies.

No es la primera vez que ocurre, pero nunca deja de sorprender a los pontevedreses. Numerosas personas se acercaron a ver el espectáculo, que ya se ha registrado en otras ocasiones en varias calles del centro urbano. Y es que los gansos del Nilo, ya muy frecuentes en Pontevedra, tienen la costumbre de anidar en lo alto de los edificios y arrojarse después a la vía pública, sobre todo las crías cuando están aprendiendo a volar. Ayer sucedió algo así, pues los primeros en caer a la acera fueron los gansos más pequeños, seguidos de los que se supone que eran sus padres, pero lo hicieron desde un sexto piso, no desde una azotea.

Algunos viandantes, tras ver cómo los gansos caían a escasos centímetros de ellos, avisaron a la Policía Local. También se solicitó la presencia de especialistas del centro de recuperación de la fauna para que se hicieran cargo de los animales y los trasladaran al río.