A menos de veinte días de que comiencen las fiestas del verano, con la programación de Santiaguiño do Burgo, el Concello acaba de modificar algunas de las condiciones de las subastas de los puestos, en marcha desde hace unas semanas y para adjudicar las ubicaciones de este año y de los tres siguientes.

De este modo, se varían precios y tamaños de algunas de las parcelas, si bien la gran mayoría de los emplazamientos se mantienen en la misma situación. El Concello no ha aclarado las razones de estas modificaciones, pero sí es cierto que la subasta convocada en su día generó malestar entre los empresarios que cada año instalan sus atracciones en la Alameda y su entorno con motivo de las fiestas de la Peregrina.

Los feriantes mantienen las quejas ya formuladas hace dos años (en la anterior subasta) y que mantuvieron en el aire el montaje de sus aparatos hasta que se llegó a un acuerdo con el gobierno local.

En este ocasión, además de denunciar "cambios" en la medición de las parcelas que habitualmente ocupan, lo que supondría unas tasas más altas, según sus quejas, los empresarios denuncian que los acuerdos alcanzados en 2016 para ser aplicados este año "no se han cumplido". Por ello, lanzaron el mensaje a todos sus compañeros de que no se formule oferta alguna para la subasta hasta que se celebre una reunión con el Concello.

Los afectados, llegados desde Galicia, pero también de localidades como León, Salamanca, Asturias e incluso Córdoba, critican que "no se hayan dirigido a nosotros antes de convocar esta nueva subasta" y defienden que se realice una puja "a mano alzada y no con sobres cerrados" y con criterios de antigüedad o de otro tipo, "no solo el económico".

Muchas de estas demandas ya fueron formuladas en junio de 2016, cuando salió la primera subasta de este tipo, y el montaje de las atracciones estuvo en el aire hasta mediados de julio.