El Concello de Pontevedra dispone de pisos en propiedad y ha solicitado a los técnico municipales que testeen la situación en la que están para poder ponerlos a disposición de los posibles refugiados del buque "Aquarius" que pudieran ser derivados a la ciudad.

Así lo explicó ayer la alcaldesa accidental Carmen da Silva, que aseguró desconocer cuántos ni en qué momento podrían llegar a Pontevedra.

"Supoñemos que será a Fegamp quen distribúa a estas persoas entre os numerosos concellos do Estado español que se ofreceron para acollelos, pero descoñece que tipo de criterios seguirán nin en que proporción os van destinar".

Lo que sí tiene claro el Concello es que quieren tenerlo todo a punto para recibirles en caso de que le sea asignado un grupo de refugiados. Por ello, Da Silva insistió en la importancia de revisar la situación de los inmuebles municipales, ya que la administración local tiraría de estos pisos en propiedad para dar cobijo permanente a este colectivo. "E necesitamos sabes si é preciso acometer algunha actuación".

Y en función del resultado del informe de los técnico, el Gobierno local podrá decidir si es necesario alquilar viviendas para este fin y en qué cantidad.

Sin embargo, el tema de la residencia para los refugiados no es el más preocupante para Da Silva, que puso el acento en disponer de un protocolo a aplicar en materia de alimentación, sanidad o religión para lograr que estas personas se encuentren cómodas y acompañadas en la ciudad.

Este protocolo ha sido solicitado ya al Fondo Galego de Cooperación y permitirá al Concello actuar con criterio llegado el momento.

Carme da Silva cargó ayer contra los estados europeos, a quienes acusó de eludir su obligación de prestar ayuda a los refugiados, "persoas que pasaron unha situación moi traumática pero que siguen a estar nun momento complexo".