Al Concello de Pontevedra, que se ha manifestado públicamente en numerosas ocasiones contrario a la permanencia tanto de Elnosa como de Elnosa en la ría por su impacto ambiental, la noticia no le ha tomado por sorpresa. "Elnosa es una empresa que se compró en desguace. Tenía una fecha de caducidad de la concesión de Costas, pero, sobre todo, tenía también una fecha de caducidad de producción de cloro mediante el sistema que utilizaba, que se fue ampliando por las prórrogas de las prórrogas", recordó la teniente de alcalde Carme da Silva.

Además, recalcó que el proyecto sectorial de la Xunta dejó fuera a Elnosa, "ni Fraga se atrevió a ello", y que presenta unos parámetros de consumo de agua y vertido que han obligado al gobierno local a manifestarse en contra de la autorización medioambiental.

"No hicieron nada por trasladarse de esa ubicación, incompatible desde el punto de vista medioambiental y urbanístico. Lo que parece que pasa es que no tenían la misma capacidad que Ence para negociar con el Gobierno del Estado, el de la Xunta y el PP. Ence en una situación similar en los despachos tenía otra capacidad de negociación. Es responsabilidad de la empresa la situación en la que está", concluyó la nacionalista.

"Hicimos todo lo posible"

Sin embargo, desde la Xunta la visión es muy diferente y atribuye toda la responsabilidad al Concello de Pontevedra. El vicepresidente, Alfonso Rueda, aseguró ayer mismo en declaraciones a los periodistas que, a falta de una comunicación oficial de Bondalti (CUF), es una situación "que lamentaríamos muchísimo". "Desde nuestra parte hicimos todo lo posible para que esto no pasase. Consideramos que había que garantizar la seguridad ambiental y los empleos. Las autorizaciones de la Xunta siempre han sido muy estrictas. Queríamos consolidar empleo de calidad en nuestra ciudad y nuestra comarca. Siempre dijimos que Pontevedra no está para perder puestos de trabajo de calidad", recalcó.

"Lógicamente, si empresarios que quieren invertir cantidades importantes de dinero encuentran todo tipo de dificultades, al final se van a donde encuentran más facilidades", en referencia al Concello de Lores.

"Si al final es así, lo lamentaremos, pero con la tranquilidad de que hicimos todo lo posible para que no fuese así. Lo que hacen otras Administraciones la Xunta no lo puede controlar ni forzar. Cada uno actúa en sus competencias", concluyó.