Al menos cuatro jóvenes de entre 15 y 22 años que declararon ayer como testigos en un juicio por tráfico de drogas que se celebró en la Sección Cuarta de Pontevedra identificaron a un vecino de esta ciudad, Samuel P. V., como el "camello" que les vendía pequeñas cantidades de hachís en el barrio de O Burgo. Entre ellos, un menor de 15 años. Otro de los menores que declaró en el juicio negó, sin embargo, que el acusado le hubiera vendido sustancia alguna.

La Fiscalía solicita una pena de seis años de cárcel para el acusado por un delito contra la salud pública agravado en el caso de que se entre sus clientes había menores de edad y teniendo en cuenta además que el investigado sería reincidente, según el fiscal, dado que ya fue condenado por un delito similar en febrero del año pasado.

El acusado se acogió a su derecho a no declarar y su defensa planteó diversas cuestiones por las que solicita la nulidad del procedimiento, poniendo en cuestión por ejemplo el auto de registro o la cadena de custodia de la droga. En el registro del domicilio se encontraron 350 gramos de hachís, entre otros efectos.

En el juicio también prestaron declaración los agentes de la Policía Local que iniciaron las vigilancias sobre el acusado que, según explicaron, actuaba conjuntamente con su novia que entonces también era menor de edad. Los agentes municipales aseguran que la actividad de venta de hachís del acusado y no novia en torno a los dos pisos en los que residieron en el barrio de O Burgo era "constante".

También declaró el agente del Grupo de Tráfico Medio de la Policía Nacional que continuó la investigación señalando que ambos se dedicaban a las labores de venta de hachís y que no les observaron "ninguna otra actividad laboral remunerada".