El amor, los celos, la traición, el patriotismo, el valor o el sacrificio están presentes en Aída de Giuseppe Verdi, y en Norma de Bellini, pero sobre todo si algo define a estas dos grandes cumbres de la ópera son la extrema exigencia técnica para sus intérpretes, como recordaron ayer los organizadores del Festival Internacional de Ópera Cidade de Pontevedra, que en su tercera edición confía en incrementar el éxito de sus dos anteriores entregas.

Por el momento todo parece indicar que batirá un nuevo récord ya que los abonos están agotados y solo restan entradas sueltas para los dos espectáculos que tendrán lugar en el centro social de A Fundación. Se celebrarán los días 9 y 22 de marzo, en ambos casos a partir de las 20.30 horas, y contarán con la Orquesta y el Coro de la Ópera Nacional de Moldavia.

Entre los aproximadamente 90 artistas sobre el escenario estarán como invitados la soprano taiwanesa afincada en Milán Iaia Tso y el italiano Simone Frediani, que interpretarán, respectivamente a Aida y Radamés en el primero de los espectáculos. "No es fácil encontrar este tipo de cantantes que puedan interpretar a Verdi, es un lujo tenerlos aquí", señaló Leonor Gago, promotora del festival, que también recordó que el tenor "es uno de los más importantes de España en su especialidad".

Iaia Tso ya es conocida por le público pontevedrés ya que cantó en "Tosca" en este mismo festival. Su regreso para interpretar Aida, explicó, "es una gran responsabilidad, tiene que ser muy profesional y la técnica es importantísima".

Por su parte, Simone Frediani debutará ante el público gallego con una ópera, explicó, que es especialmente interesante analizar. "Aída está escrita 10 años después de la unificación de Italia y Verdi, senador de la nueva república italiana, proyecta el amor a la patria recién nacida y lo equipara al amor entre un hombre y la mujer; su principal interés es plantear qué es mas fuerte, si el amor a la patria o el de los enamorados".

La ópera relata en cuatro actos la historia de amor entre el capitán egipcio Radamés y Aída, una esclava etíope al servicio de una princesa egipcia que también está enamorada del guerrero, que acabará por liderar a las tropas egipcias frente a la invasión etíope.

La protagonista es en realidad hija del rey etíope, que presiona a Aída para que logre que el guerrero le desvele los planes militares egipcios, traición que es descubierta y Radamés es condenado a ser enterrado vivo. "Era la muerte destinada a los traidores, ella lo sabía y se encierran con él", recordó el tenor a propósito de un momento en el que ambos protagonistas cantan "una de los dúos más bellos de toda la historia de la ópera, un dolor y un amor que debe transmitirse", indica la directora del festival.

Ésta incidió en el gran reto que supone Aída para Simone Frediani, uno de los intérpretes más afamados de Italia en su especialidad, recordando que "hay que pensar que en Tosca los tenores dan 5 o 6 si bemoles, mientras que en Aida son casi 30, es muy duro".

Aída es una ópera coral pensada para grandes espacios como la Arena de Verona y de hecho "durante los años veinte del pasado siglo en Verona en vez de decir vamos a la ópera decían vamos a Aída, era sinónimo de ópera", recordó el tenor.

Por su parte, Norma "es una ópera maravillosa pero de otro tipo, muy dulce", recordó la responsable del festival. Iaia Tso incidió en que nada más salir al escenario la artista ha de enfrentarse a una de las arias más difíciles del repertorio para soprano, la Casta Diva.

Esta exigencia interpretativa, sumada a modernas escenografías en ambos espectáculos de gran formato (en los que varios niños de Pontevedra harán de figurantes) son otros de los incentivos del festival que promueve Afundación, cuya coordinadora adjunta de Cultura, Paloma Vela, ejerció ayer de anfitriona en la presentación del ciclo, cuyas entradas están a la venta en Ataquilla.com.