Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Josu de Solaun: "No tengo casi memoria de mi vida sin la música"

El reputado intérprete, uno de los más prestigiosos pianistas del mundo, participa mañana en la temporada de la Sociedad Filarmónica

Josu de Solaun. // Fernando Frade

Los nombres más destacados del piano moderno figuran en la escueta lista de ganadores del Concurso Internacional George Enescu, apenas una decena desde 1958, año en el que se fundó el certamen y entre los que figura Josu de Solaun. Es también el único instrumentista español que venció en el Concurso Internacional de Piano José Iturbi, otro de los reconocimientos que han hecho de este destacado músico uno de los más esperados en la temporada de la Sociedad Filarmónica, si bien un accidente impidió que pudiese actuar el pasado día 18 en Pontevedra y el concierto tuvo que ser aplazado hasta mañana.

- Acaba de regresar de Bulgaria, reside entre Houston y Nueva York, una vida nómada...

-La profesión del músico desde tiempos ancestrales ha sido siempre itinerante, siempre, hemos sido siempre nómadas e históricamente es parte casi consustancial a la profesión de músico, entonces, bueno, es acostumbrarse. Hay que intentar llevar una vida muy sana, dormir bien, los cambios horarios son lo más problemáticos porque al final uno acaba por tener el reloj biológico un poco alterado, pero ya son tantos años que estoy acostumbrado.

- ¿Cómo surgió su vocación musical?

-A mis padres les gustaba mucho la música y desde muy pequeño, desde los 4 años, me matricularon en una academia privada en Valencia y empecé tocando la guitarra clásica. Después, a los 7 años, quise añadir un segundo instrumento y fue el piano, que poco a poco fue desbancando a la guitarra en mis preferencias y acabé siendo pianista, pero llevo en la música desde los 4 años, no tengo casi memoria de mi vida sin la música.

- Se formó en Nueva York.

-Si, me fui a Nueva York, donde estuve un total de 15 años, desde los 17 a los 32 años, estudiando en la Manhattan School of Music, una de las escuelas más prestigiosas de Estados Unidos y me formé allí. Además ahora desde hace tres años vivo en Houston porque soy profesor titular de la Houston State University de Texas, donde tengo una clase de piano y donde desarrollo una labor docente en paralelo a mi carrera de concertista internacional.

- ¿Es muy satisfactoria la labor docente?

-Mucho, para mi la labor pedagógica es parte fundamental de la labor de un artista, de un músico, porque es una tradición oral y gremial que si no se pasa de una generación a otra se extingue, se pierde y yo tengo que pasar la antorcha. Además traigo a muchos españoles que están estudiando allí conmigo, lo veo como una especie casi de deber ético, y además es que me encanta, me encanta; la prueba de fuego para saber si verdaderamente dominas una materia, si la controlas, si eres verdaderamente experto, es poder enseñarla lo mejor posible, es una prueba absoluta.

- Ha recibido importantísimos galardones que antes recogieron nombres ilustres del piano como Leonskaja o Radu Lupu, ¿qué significan estos reconocimientos?

-Son como si dijéramos los éxitos públicos de una persona, están los éxitos más privados, los relacionados con la superación personal o interpersonales de tus relaciones humanas, de lo que sientes que has hecho bien, y luego están los públicos, los reconocimientos de la sociedad a tu labor, que son muy importantes porque uno vive en sociedad (sonríe) y, claro, yo toco para los demás, no toco para mi ni para la pared de mi casa, si lo que hago gusta y encima es premiado para mi es desde luego un honor. Los tres concursos internacionales que he ganado (el Enescu en Bucarest, el José Iturbi en España y el Europeo de Praga) me han ayudado mucho, dándome oportunidades para tocar, gracias a ellos consiguiendo representación artística, han sido momentos muy importantes de mi formación aunque, claro, ya es una época que dejo atrás porque ahora no participo en concursos.

- ¿La carrera de un músico llega a un punto álgido en el puede parar?

-No, la carrera de un músico es seguir buscando siempre cotas más altas de excelencia, intentando cada día mejorar y llevando la música a diferentes sitios del mundo y también lo que ella expresa. También compongo, así que sigo escribiendo música, también tengo que grabar discos y enseñar, tengo que tener en una vida rica en la música que sea polifacética y que nunca pierda la ilusión ni la pasión por lo que hago ni caiga en el mayor enemigo de las artes que es la rutina.

- ¿Qué valores quiere transmitir con su música?

-La música ante todo es una actividad de la racionalidad humana, en un momento en el que lo irracional impera en muchos ámbitos de la vida la música es un emblema de una actividad humana que aún siendo racional, crítica, sofisticada y compleja, eso no impide que pueda ser importante para gente de todo tipo de estrato social, de educación y origen; creo que la música es portadora de valores perennes que son transversales a muchas de esas circunstancias y creo que eso es importante. También creo que la música es un emblema del esfuerzo, porque para tocar bien un instrumento uno tiene que trabajar muy duro, estudiar y practicar todos los días, son valores, el del esfuerzo, el de la constancia y perseverancia, que aunque hoy no gozan de toda la popularidad que deberían en la música son fundamentales, y ella porta esos valores.

- También incide en el valor de las artes en un escenario en el que la ciencia y la tecnología las eclipsan absolutamente.

-Si, en un momento en el que las artes han quedado relegadas a ser esa especie de minucia frente a las ciencias y a la tecnología creo que la música es una de las artes con más posibilidades de vencer ese tipo de reduccionismos. Lo es por el amplio alcance que puede tener, porque las posibilidades de que siga siendo una forma de comunicación universal son muy grandes: uno puede escuchar a Beethoven siendo chino, en Shanghái, y entender perfectamente ese lenguaje, lo que transmite, y eso no se puede decir de otras expresiones artísticas con tanta facilidad como lo podemos decir de la música.

Compartir el artículo

stats