Los familiares que llegaron en primer lugar a la casa de Moraña de David Oubel en la que se había cometido el crimen encontraron también otras dos notas manuscritas en la cocina de la vivienda, concretamente el marido de la primera del acusado a quien había enviado la carta certificada. En el mismo tipo de hoja en la que había escrito esta misiva hablaba de su exmujer, de quien decía que era "una loba entre corderos" y también hacía referencias a que "al final había sido un macho" o "algo así", según señaló el testigo. También hacía referencia a que "había sido un buen actor" aunque el testigo no supo indicar a qué se refería.

Los testigos coincidieron al señalar que, si bien David Oubel había pasado un momento anímico complicado tras el divorcio de su exmujer que le llevó a tomar tratamiento, su propio novio señaló que su situación anímica había mejorado cuando iniciaron su relación. De hecho, además de disfrutar de las fiestas de Moraña el fin de semana anterior al crimen con sus hijas con total normalidad, un día después había comido con él en Caldas "lo encontré muy bien".