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El meollo

La concesión de Pontesa

La concesión de Pontesa

Cualquiera sabe que es lo que pensaría hoy aquel hombre irrepetible que fue Antonio Medal Carrera, sobre la solicitud tramitada ante el Ministerio de Medio Ambiente por un empresario hispano-brasileño para lograr la desafectación y enajenación de los terrenos ocupados por Alfares de Pontesampayo, que tanta riqueza generó a su alrededor en un tiempo ya lejano.

Medal fue el descubridor de la tierra prometida en Arcade, dueño y señor de A Insuiña, una isla paradisíaca que cuidó con mimo, donde tanto disfrutó con sus mejores amigos de unas juergas inolvidables. Creo que muerto Sabino Torres, hijo predilecto de esta ciudad, solo continúa activo de entre todos ellos mi amigo el periodista Pedro A. Rivas para contarlo y dar fe.

Fracasado hace una década el intento de dar nuevos usos empresariales a las vetustas naves de Pontesa por parte del actual concesionario, Itaipú-Trade empresa de Jesús Fuentes quien acarició la idea de instalar allí una fábrica textil, ahora está en juego una doble petición suya: la prórroga de la concesión que concluye en 2018 por otros 50 años, o la previa desafectación y enajenación de los 29.000 metros cuadrados que Antonio Medal transfirió en su día a Moises Álvarez para levantar Pontesa.

En este asunto hay que andarse con mucho tiento para casar bien los intereses de todas las partes, y no confundir un legítimo negocio empresarial con un pelotazo puro y duro a cuenta de un sagrado bien público.

El Ayuntamiento de Pontevedra hace muy bien en estar ojo avizor y seguir de cerca el desarrollo de este expediente administrativo. Porque no estaría nada mal la plena recuperación para uso y disfrute público de esta zona marítimo-terrestre. Desde luego que no tendría el mismo valor social que los terrenos de Ence y Elnosa en Lourizán, pero no sería nada despreciable. Cesáreo Mosquera haría allí muchas cosas buenas, que no solo de compostaje van a disfrutar los pontevedreses en el futuro.

El meollo de la cuestión está en clarificar si detrás de la solicitada desafectación de los terrenos ocupados por la antigua fábrica de Pontesa, existe algún beneficio público o solo hay un beneficio privado para el último concesionario, Jesús Fuentes, y su empresa inmobiliaria Itaipú-Trade.

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