Fue a lo largo de los meses de otoño pasado cuando un inusual repunte de los robos en establecimientos de hostelería de la ciudad llevó a los empresarios del sector a pedir ayuda a la Comisaría para intentar frenar los continuos asaltos. La respuesta visible fue una serie de reuniones con los afectados para trasladarles consejos de seguridad y una serie de medidas preventivas que tenían como objetivo minimizar las opciones de éxito de los ladrones. La reacción menos visible de la Comisaría fue la apertura de una minuciosa investigación para dar con los responsables de la mayoría de robos que estaban asolando a los bares y restaurantes de la ciudad.

El fruto de esta concienzuda investigación se recogió en los últimos días, con la detención de cinco individuos vecinos de la ciudad de Pontevedra a los que se les atribuyen un total de 45 robos en la ciudad en localidades limítrofes como Redondela, Arcade, Moaña y Vilaboa. Los detenidos, que han ingresado ya en prisión por orden del juzgado, son todos ellos jóvenes de entre 19 y 27 años y con antecedentes policiales por hechos similares. En la mayoría de los casos, tras forzar las puertas de acceso sustraían las cajas registradoras y otros efectos de valor y aunque principalmente se dedicaban a los locales hosteleros y los comercios, también fueron víctimas de esta banda domicilios, trasteros, naves industriales, vehículos y garajes.

Según explica la Comisaría, los robos se producían casi a diario y en algunas ocasiones varios el mismo día y en diferentes lugares: establecimientos, domicilios, trasteros, naves industriales y vehículos. Robos que generaron esta gran preocupación entre los hosteleros y comerciantes de la ciudad.

A raíz de las denuncias los agentes policiales iniciaron un dispositivo de vigilancias y seguimientos para tratar de determinar la autoría de los robos concluyendo que se trata de un grupo criminal formado por cinco jóvenes entre los 19 y 27 años todos ellos residentes en Pontevedra y con antecedentes policiales.

Los agentes han podido constatar que en la mayoría de los casos sustraían dinero si bien cuando se llevaban objetos de valor las ganancias de las ventas de estos efectos se las repartían entre ellos. En la mayoría de los casos trabajaban juntos o en diferentes combinaciones entre los cinco para llevar a cabo hechos delictivos planeados y en todos los casos uno de ellos era el encargado de darle salida a los objetos sustraídos.

El lunes, los agentes de la Policía Nacional de la Brigada Provincial de Policía Judicial procedieron a la detención de los cinco jóvenes, presuntos autores de los 45 robos con fuerza.