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Sol Vázquez: "El ahorro en la factura eléctrica puede superar los 200 euros anuales"

Pontevedra acogió una sesión informativa de la campaña "Dalle luz á túa factura"

Sol Vázquez, ayer, en el Pazo da Cultura de Pontevedra. // Rafa Vázquez

El cambio a una potencia menor y la opción de la discriminación horaria pueden resultar claves en la reducción del coste de la factura del suministro eléctrico de un hogar. Sobre esto y otras cuestiones tratan las jornadas "Dalle luz á túa factura", que ayer llegaron a Pontevedra y que tuvieron lugar en el Pazo da Cultura.

-¿Por qué ahora estas jornadas?

-Porque comienzan en los meses más complicados, con el inicio de la época de invierno y del cambio horario, que es cuando la gente mantiene las luces encendidas más tiempo, al oscurecer más pronto, y se enciende la calefacción. Apreciamos un gran desconocimiento de la gente y este es la forma más fácil de resultar engañado. Lo que queremos es que la gente tenga las cosas muy claras para que desde una función comercializadora muy agresiva no se aprovechen de ese posible desconocimiento. Los dos objetivos de la jornada son la información básica y la adecuación a los casos concretos.

-¿Cuáles son los conceptos más importantes que debemos tener claros en la factura eléctrica?

-En primer lugar, hay que escoger el tipo de contrato más adecuado a cada hogar. Existen dos tipos de mercado, el libre y el regulado. Las facturas son diferentes: en el regulado tienen el encabezamiento de color amarillo, mientras que en el libre es de color blanco, con el logotipo de la empresa suministradora. Muchas veces los comerciales ofrecían descuentos a los consumidores, pero eso suponía el cambio a la tarifa libre, como ocurre con las telefónicas, diferentes a las reguladas, fijadas por el estado y más favorables, en general. Como regla general, una persona viviendo en un tipo de vivienda media saldrá más beneficiada por la tarifa regulada.

-¿Y la potencia contratada?

-Es la otra gran cuestión. Existe una aplicación disponible en las páginas web del Instituto Galego de Consumo y el Inega en la que el consumidor puede consultar la más adecuada a su caso. Existe la básica, de 2,3 kilovatios, o la media, que va desde los 3,4 a los 5,75 kilovatios. Depende del número de miembros de la familia, el consumo... La de 2,3 es adecuada para la iluminación básica de un hogar y equipamiento como vitrocerámica, nevera, televisión, lavadora o lavavajillas. Lo que no puedes es ponerlo todo a la vez. La de 3,4 en adelante es recomendable para todo eso y, además, artículos eléctricos, como un termo de agua.

-¿Cuánto supone el ahorro de modificación de potencia?

-Perfectamente unos 60 euros al año por algo que solo supondría el turno en el uso de los electrodomésticos. En cualquier caso, la aplicación en internet ofrece opciones con holgura, no quiere decir que por elegir una potencia menor haya que privarse de ciertas comodidades. Por una potencia de 2,3 se pagan unos 123 euros al año y por una de 3,4 unos 185. Entre unas y otras siempre hay unos 60 euros de diferencia.

-¿Qué otras opciones de ahorro existen?

-Existe la discriminación horaria, que depende de la forma de vida de cada uno, pero que supone un ahorro real de unos 120 euros al año. Supone un menor coste en la factura si se realiza al menos un 60 por ciento del consumo entre las diez de la noche hasta las doce del mediodía. A mayores, el consumidor puede ahorrar optando por lámparas LED, no dejar los electrodomésticos con el piloto rojo encendido... El ahorro puede superar los 200 euros anuales si se opta por la discriminación horaria y por bajar la potencia.

-¿Y la ley? ¿No protege a los consumidores?

-La normativa de protección del consumidor en cuanto a derechos de cláusulas abusivas, información incorrecta o algún tipo de manipulación... se gestiona a través del Instituto Galego de Consumo, IGC. Llevamos ya más de 2.000 reclamaciones en los primeros nueve meses del año. Se resolvió a favor del consumidor en un 60 por ciento de los casos por déficit en la comunicación o información. Las provincias de Pontevedra y A Coruña son las que tienen mayor porcentaje de quejas.

-¿Y la pobreza energética? ¿Qué ayudas existen?

-Ya en 2014 se puso en marcha el Ticket Eléctrico Social, al que se acogieron más de 5.000 familias. Se contribuye al pago del recibo de la luz de personas con menores a su cargo, personas con discapacidad o ingresos muy bajos. Es una ayuda de 300 euros al año. Además, se puso en marcha una actuación orientada a evitar los cortes de suministro por impago, que deben ser comunicados. La Xunta cubre hasta dos mensualidades pendientes.

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