La variante de Marín (la VG-4.4) ya cuenta con la señalización específica que alerta de la que el vial será sometido a una vigilancia exhaustiva de los límites de velocidad por parte de la Guardia Civil de Tráfico. Una medida que se adopta en respuesta a los elevados niveles de siniestralidad que presenta.
Se trata de una nueva señal, inédita hasta ahora en las carreteras españolas, que identifica a las carreteras en las que se instala como tramo "especialmente peligroso", según la propia DGT. En concreto, se prevé instalar este nuevo indicador (un panel naranja que advierte de los intensos controles de velocidad y del trayecto en kilómetros al que afecta) en otros 299 tramos peligrosos de la red viaria española. Tras la instalación de las señales, la DGT explica que se intensificarán los controles a través de radares móviles y fijos en el tramo indicado, que en el caso de la variante de Marín tiene una longitud de 7,8 kilómetros. Concretamente, se somete a especial control el tramo entre Lourizán y Ardán, entre los kilómetros 2 y 11 de la carretera, o lo que es lo mismo, casi todo el vial.
La señal ha sido instalada por el titular de la vía, la Xunta de Galicia, debajo de las señales que indican la limitación de velocidad en el lugar en el que comienza el tramo afectado, que en el caso de la variante de Marín es de 100 kilómetros por hora.
La Dirección General de Tráfico determinó estos 300 tramos de especial vigilancia en toda la red viaria española después de detectar incrementos de la siniestralidad y la mortalidad asociados a los excesos de velocidad durante el periodo 2010 y 2014. Cruzados los datos, comprobaron que los excesos de velocidad en estos viales estaban muy vinculados a la lesividad de los accidentes.
Los siniestros graves que se registraron en la variante de Marín en los últimos meses ya llevaron a la Xunta a adoptar otras medidas en materia de seguridad vial como es la renovación parcial del firme en alguna de las curvas más conflictivas. Ahora, y tras comprobar que la velocidad es un factor determinante en la gravedad de los siniestros, la DGT aplica esta medida para intensificar la vigilancia. En cuanto a los límites de velocidad, estos son competencia del titular de la carretera, así como otras medidas que se reivindicaron desde las asociaciones marinenses como el desdoblamiento del vial para convertirlo en autovía.
Vía de O Salnés y O Morrazo
En la provincia de Pontevedra tan solo hay otros dos tramos más que serán señalizados como Invive y sometidos a especial vigilancia por radar. Uno de ellos se encuentra en la comarca y otro muy cerca. Se instalarán señales similares en el tramo sin desdoblar de la VG-4.1, la antigua vía rápida de O Salnés entre Sanxenxo y el istmo de A Lanzada. También se colocarán estos paneles naranjas y se intensificará la presencia del radar en el tramo del corredor de O Morrazo entre la PO-551 en Rande y Cangas.
A estos tres tramos en Pontevedra se une otro en A Coruña, otro en Ourense, y nueve en Lugo, la provincia gallega con más tramos peligrosos. Se trata de un estudio que se realizó en carreteras convencionales, es decir, de doble sentido de circulación.
