La alcaldesa de Marín, María Ramallo, explicó a raíz del pleno extraordinario en el que se abordó el conflicto del servicio de recogida de basura, que la subrogación de los trabajadores actuales de la empresa se producirá "en función de los datos aportados por la empresa actual, que luego el adjudicatario formalizará; ahí termina la función del Concello". Ramallo subrayó que los trabajadores deben tener aseguradas todas las garantías legales posibles, "pero que nadie les haga creer que pueden ser funcionarios, ni que nadie les haga creer lo que no son; son trabajadores de una empresa privada que presta sus servicios a través de un contrato al ayuntamiento". De ahí que la alcaldesa pidiese "que no se pierda esta perspectiva, ni que los grupos de la oposición, principalmente los que privatizaron el servicio, con lo que estamos de acuerdo, tratan ahora de hacer cosas que nunca antes ellos le exigieron a ninguna empresa en ningún pliego que hubiesen aprobado".

En la explicación de la postura del gobierno local, María Ramallo expuso que "debemos tener claras que hay determinadas cláusulas que no se pueden incluir en un contrato administrativo", lo contrario llevaría al gobierno a cometer prevaricación.

Respecto a los puntos incluidos en la moción presentada por los grupos de la oposición, Ramallo indica que "tal y como se plantearon no se pueden aprobar ni admitir, salvo que pretendamos que por quedar bien, meternos a todos en un lío y que al final lo acabe sufriendo la plantilla".

Y sobre la "sorprendente" convocatoria de huelga, "acudimos al mecanismo de mediación y arbitraje para tratar de poner las cosas en orden", apuntó.

La alcaldesa afirma que el equipo de gobierno trabaja en un pliego viable "que permita aquilatar algunos aspectos sin que corra el peligro de recurrirse" y en este sentido añadió que "aunque ojalá me equivoque, es raro que no acabemos acudiendo al propio tribunal administrativo de contratación".

En su intervención, la regidora pidió a los grupos de la oposición, principalmente aquellos que ya han estado en el gobierno, que "sean serios y para hacer un pliego mejor, ser positivos; yo creo que hay que hablar con propiedad y decirle a todos lo que se puede, lo que no se puede y hasta dónde se puede", indicó Ramallo.

El gobierno local presentó una enmienda a la moción que presentaron los grupos de la oposición, que recogía la obligación de que en el futuro y durante la duración del contrato nuevo de ocho años, se mantenga una plantilla mínima de 16 trabajadores. No fue admitida por ninguno de los grupos de la oposición.

En todo caso, al terminar el polémico pleno del pasado jueves, con la presencia de trabajadores del servicio de limpieza y algunos familiares, los propios representantes de los trabajadores se acercaron a la alcaldesa para concretar reuniones, que se celebrarán en cuanto se estudien algunos aspectos expuestos en el pleno, de modo que sepan hasta dónde se pueden encajar determinadas cuestiones, si bien algunas de ellas entran dentro de la esfera de las relaciones laborales entre una empresa y sus trabajadores.

"El equipo de gobierno está en la línea de llegar hasta donde se pueda llegar en lo económico y en lo jurídico", subraya la alcaldesa de Marín.