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El Concello fija en 90 decibelios el máximo de ruido de las atracciones en las fiestas del verano

Desde la medianoche, ese límite debe bajar a 80 decibelios en la Peregrina y Santiaguiño

La noria que se instala en los Jardines de Vincenti debe pagar un mínimo de 5.500 euros. // R. Vázquez

El ruido y la contaminación sonora que generan cada verano las fiestas de la ciudad son objeto de quejas vecinales, en especial en el entorno de la Alameda, donde cada mes de agosto se concentran las atracciones y puestos de la Peregrina. El concurso que acaba de convocar el Concello para adjudicar, mediante subasta, la ocupación de espacio por parte de estas atracciones, establece una serie de condiciones a los feriantes, entre las que se incluye el límite sonoro máximo permitido. 90 decibelios es la barrera que no puede ser sobrepasada, si bien se admite una "tolerancia" que puede llegar a tres decibelios más.

El proceso de reparto de espacios, previo pago de una tasa que varía en función del tamaño y características de cada atracción, se convoca por un periodo de dos años (2016 y 2017) para las fiestas de Santiaguiño de O Burgo, en julio, y de la Peregrina, en agosto. Entre las numerosas condiciones establecidas se incluye uno relativo a a la emisión de ruidos y se apunta que "como norma general, los máximos de emisión sonora se validarán a dos metros de distancia del entorno de las distintas atracciones y puestos".

Esa máximos "quedan sujetos a los siguientes valores límite, en función del tramo horario": 90 decibelios entre las diez de la mañana y la medianoche en las jornadas festivas o no lectivas, si bien en días lectivos el horario con esos límites se fija entre las seis de la tarde y la medianoche. Fuera de esas franjas horarias, en especial desde las doce de la noche en adelante, el límite se reduce a 80 decibelios tanto para la música ambiente, sirenas, micrófonos y otros ruidos que emitan las atracciones.

La subasta no aclara el horario específico hasta el que pueden funcionar, pero sí se aclara que ese límite puede oscilar hasta los 93 decibelios de forma ocasional, y se añade que "una vez instalados los equipos de audio, serán comprobados al máximo volumen, por parte de personal municipal, con el fin de evaluar las posibilidades de emisión". También se puede efectuar controles aleatorios, con denuncias en el caso de sobrepasar los límites.

De hecho, el proceso de adjudicación de espacios establece un régimen disciplinario con las sanciones por los incumplimientos, que abarcan desde el apartado sonoro hasta el uso de animales sin autorización o máquinas de juego no permitidas. Las infracciones leves acarrean multa entre 50 y 300 euros, que se elevan a 600 para las graves. Las muy graves pueden ser castigadas con sanciones entre 600 y 2.000 euros, si bien algún caso especialmente dañino se podría llegar a los 20.000.

Aunque las principales fuentes de ruido son las atracciones de gran calado que se suelen instalar en la calle Reina Victoria, así como los puestos de la Alameda, el proceso afecta a todo tipo de puestos, desde aparatos infantiles a churrerías, venta de alimentos, bingo, casetas de tiro, puestos de artesanía y de otro tipo. Para este año, se establece que las atracciones de Santiaguiño se podrán instalar en el recinto ferial del 22 al 25 de julio, los mismos días de 2017. El calendario de la Peregrina de 2016 abarca del 13 al 22 de agosto, y el próximo año, del 12 al 21. En todos los casos, el montaje de los puestos puede realizarse en los tres días anteriores y su retirada no más allá de dos días después del final de las fiestas.

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