La Policía Nacional y un juzgado de instrucción de Pontevedra han abierto una investigación para esclarecer el origen de los restos humanos hallados ayer en una finca en el lugar de As Pontes, en la parroquia pontevedresa de Bora. Por ahora no trascendió si ya se ha identificado a quien corresponden estos restos y las fuentes policiales consultadas tampoco aclararon cuanto tiempo pudieran llevar en el solar en el que fueron encontrados. Sí trascendió que (a la espera de los correspondientes análisis que lo certifiquen) se trataría de los restos de un varón e incluso se señala su edad, en torno a unos 30 años. Al parecer, los restos de ropa encontrados en las inmediaciones también se corresponderían con prendas de un varón.

Fue un particular quien dio aviso a los efectivos de la Comisaría sobre las nueve de la mañana. Al parecer, este vecino estaba comprobando el resultado de unos trabajos de tala y roza que se habían realizado sobre esta finca, próxima al río Lérez, y entonces realizó el macabro hallazgo. Descubrió lo que parecía un cráneo humano. Según explican fuentes policiales, más tarde habrían aparecido otros restos como lo que parece ser un fémur así como restos de ropa y unas zapatillas deportivas.

Los agentes acordonaron la zona en la que aparecieron los restos y movilizaron hasta el lugar de los hechos, en una finca próxima al río y a la ITV de Bora, a los especialistas de la Brigada de la Policía Científica de Pontevedra, así como a forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia. También se dio aviso al juzgado de guardia para supervisar la retirada de los restos humanos hallados. La causa se habría declarado secreta por parte del juzgado, de ahí el hermetismo que rodea a todo este hallazgo.

Los agentes recogieron en la zona distintas muestras y evidencias, así como las ropas halladas, que ahora serán sometidas a los pertinentes análisis por parte de los expertos de Toxicología.

Al parecer, fueron estas labores de limpieza y tala de la finca, que se encuentra muy próxima al río Lérez aunque algo escondida, las que permitieron sacar a la luz estos restos. El terreno no está muy lejos de la carretera Nacional 541 que une Pontevedra y Ourense.

Probablemente los agentes también analizarán ahora los registros de los desaparecidos en la zona para ver si pudiera corresponder con alguno de ellos. Descartada la posibilidad de que se tratase de Sonia Iglesias, de la que se desconoce su paradero desde 2010, se analizarán otros casos pendientes. Sin que haya trascendido ningún elemento que pudiera relacionar la aparición de esos huesos con estos dos casos célebres, en las hemerotecas destacan dos episodios de desapariciones sin resolver protagonizadas por varones en la historia reciente de Pontevedra. Una de ellas es la del músico pontevedrés José Ramón Pazos Pérez a quien se le perdió el rastro en enero de 1991 después de un concierto que dio con su orquesta en la Discoteca La Luna. La segunda es la de un vecino de Monte Porreiro que se cree que pudo ser víctima de un ajuste de cuentas por asuntos relacionados con el narcotráfico y del que no se sabe nada desde 2010.