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Incertidumbre por la repercusión en el tráfico

Los comerciantes temen que se puedan agravar los problemas circulatorios con la reforma de la plaza

Rogelio atiende la Ferretería Universal. // Gustavo Santos

Incertidumbre. Esta es la palabra que podría definir el estado de ánimo de los comerciantes y hosteleros de la plaza de Barcelos ante el proyecto de reforma que impulsa el gobierno local. Hay diversidad de opiniones sobre la obra pero todos coinciden en mostrar preocupación acerca de cómo puede afectar al tráfico la peatonalización de parte de la plaza en una zona que ya padece actualmente problemas circulatorios.

Por ejemplo, Pedro, responsable de la Bocatería Barcelos, lamenta que la obra acabe por beneficiar únicamente "al aparcamiento y al colegio". Considera que el plan propuesto por el Concello va a originar un flujo intenso de tráfico por delante de sus comercios (se peatonaliza el muro de Santa Clara y ante el centro educativo) que cree que a él le perjudica. "Ya puestos, yo hubiera preferido que peatonalizasen toda la plaza en lugar de que canalizasen todo el tráfico por delante de mi local", explicó este hostelero.

A José Luis Tilve, de Telas Tegal, la obra le parece, "en principio, bien, los niños del colegio podrán estar más tranquilos y la plaza será más amplia". El problema, incide, será la reordenación del tráfico precisamente en esa zona en la que están situados los comercios. "Espero que no influya demasiado, a mí lo que me gustaría es que de algún modo se permitiese la parada momentánea de vehículos", dice.

Con peores ojos ven el proyecto presentado por el ayuntamiento en la Tintorería Coral. Lo califican de "vergüenza". La razón, de nuevo el tráfico. Temen que la peatonalización de la plaza, y la canalización de los tráficos por los viales que se mantendrán abiertos puedan formar "un embotellamiento" que provoque "que la gente deje de venir a la plaza y mucho menos a Pontevedra". También Manuel Muiños, de la carnicería Verde Seixo, cree que la obra "me va a perjudicar un montón". Concuerda en que puede que "disuada a la gente de fuera de venir a Pontevedra". Explica que la última reordenación del tráfico en la plaza ya le hizo caer la facturación un 65% y ahora teme que esta obra pueda empeorar la situación. "No estoy en contra de la peatonalización", matiza Muiños, pero cree que "esta se debe hacer de forma adecuada".

En Barcelos hay todo tipo de negocios y Marcos, de la oficina de Repsol Butano, pide que la reforma tengan en cuenta las peculiaridades de cada uno. Así, en su caso considera que el aparcamiento de servicios, rotando las plazas cada cierto tiempo, sería beneficioso para un negocio al que acuden numerosas personas a hacer un simple trámite como es encargar una bombona. No obstante, también piden que se tenga en cuenta como la necesidad que tienen cada sábado de aparcar un camión en las inmediaciones del negocio. Por último, Rogelio, de la Ferretería Universal, fue uno de los asistentes a la asamblea vecinal del lunes: "Allí había mucha gente en contra pero la verdad no sé por qué razón". "A mí me parece que puede estar bien" y destaca la creación de aparcamientos de servicios: "Hay coches que pasan días aparcados en el mismo sitio, algunos ya con el cartel de se vende".

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