La lluvia ha chafado parte de la programación normal del carnaval pontevedrés y amenaza con seguir haciéndolo toda la semana. Y es que las precipitaciones se están convirtiendo en las protagonistas climatológicas de los apenas 40 días transcurridos de 2016, que acumula ya más de 500 litros por metro cuadrado, lo que supone una media de 13 litros caídos cada día. La palma se la lleva, por el momento, el pasado enero, con 464 litros, mes en el que volvieron a producirse graves inundaciones en toda la comarca al desbordarse ríos. Por el momento, en febrero se acumulan alrededor de 40 litros, pero han llegado en el momento más inoportuno: cuando todos los vecinos se preparaban para disfrutar en la calle del Entroido. Y las previsiones para el resto de la semana no son nada halagüeñas.
Hace unos meses la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya apuntaba que en 2016 había un 70% de probabilidades de que las lluvias fueran más abundantes en Galicia debido a la influencia del fenómeno meteorológico "El Niño", y ese anuncio resulta, por el momento, acertado. Curiosamente, este aumento de los chubascos se produce después del año más cálido y seco de los últimos ejercicios, el de 2015. Estas temperaturas por encima de lo normal se han extendido en estas primeras semanas de 2016.
A lo largo del pasado año, Meteogalicia contabilizó en Pontevedra 1.290 litros de lluvia, es decir, 3,5 litros al día de media, concentrados especialmente en diciembre, enero, septiembre y febrero. En los 39 días de este año ya se superan los 500, lo que supone casi el 40% de todo lo caído en los doce meses anteriores. Y todo apunta a que cuando acabe febrero se superarán los 600 litros en dos meses, casi el doble de lo registrado en el mismo periodo de 2016.
Buena prueba de esta pluviosidad es el estado del embalse del Pontillón de Castro, destinado al abastecimiento humano, que se encuentra al 100% de su capacidad desde hace semanas.
