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El verano finaliza con una caída de ventas en las lonjas de la ría salvo Portonovo, que facturó un 34% más

Las cifras de la rula sanxenxina arrojan balance global positivo pese a que Marín, Pontevedra y Campelo movieron menos que en 2014

Una subasta en la lonja de Campelo en julio pasado. // G. Santos

El verano, una de las épocas de actividad destacada en las lonjas de la ría de Pontevedra, no ha sido precisamente propicia para la mayor parte de ellas. Las cifras provisionales reunidas por la plataforma tecnológica Pesca de Galicia ponen de manifiesto que las subastas en Campelo, Marín y, sobre todo Pontevedra, han sido más bajas en el mismo periodo de 2014. En cambio Portonovo ha registrado un espectacular aumento que permite que el cómputo global de las cuatro rulas sea positivo.

Entre el 1 de junio y el 31 de agosto pasados, esta cuatro lonjas movieron un total de 1.520 toneladas de pescado y marisco que generaron una facturación bruta de 2.423.893 euros. Se trata de cifras superiores a las de esos mismos tres meses de 2014, cuando se llegó a 1.306 toneladas, valoradas en algo más de 2,3 millones de euros. Sin embargo, todo el "mérito" de este aumento corresponde en exclusiva a Portonovo, que logró un aumento de ventas del 34% mientras las demás cerraban el verano con descensos. Este fenómeno es una réplica casi exacta de lo que ocurre desde enero. El año 2015 tampoco es bueno para Marín, Pontevedra y Campelo, pero sí para la subasta sanxenxina.

Esta última movió en verano 1,2 toneladas de pescado y marisco, que generaron poco menos de 900.000 euros, un 34% más que los 666.000 euros de la anterior época estival, cuando se vendieron 914.000 kilos. Especies como el boquerón, la navaja, la sardina, la xarda pintada o el jurel contribuyeron a esta mejoría. Los datos de estas especies a lo largo de los primeros ocho meses del año en Portonovo suman por si solas unos 600.000 euros de crecimiento, un significativo porcentaje del movimiento económico global.

Descensos

En cambio, el panorama es mucho más negativo en las demás lonjas. Marín cerró el verano con 218.000 kilos vendidos, que suman unos 691.000 euros. Hace un año este balance era de 295.000 kilos y 740.000 euros, lo que supone que junio, julio y agosto se cerraron con una caída del 7% aproximadamente. En todo el ejercicio también se produce esta tendencia a la baja, con casos llamativos como el de los escachos (a estas alturas del año, en 2014, se sumaban ya 98.000 euros por esta especie y ahora solo se llega a 38.000) , la faneca (que pasó de 90.000 a 60.000 euros) y, sobre todo la merluza. De esta última especie, Marín acumula este año 43.500 kilos valorados en 175.000 euros. En los ocho primeros meses de 2014 ya se habían vendido 78.500 kilos por 262.000 euros.

En el caso de Campelo, una lonja muy vinculada a la actividad marisquera, el cierre de los bancos por la toxina y la mortandad de los bivalvos, en especial el berberecho, no dejan de hacer estragos en la facturación de esta subasta. El verano se cerró con un 7% menos de ventas, al pasar de 84.500 kilos (valorados en algo más de 781.000 euros) cuando ese mismo periodo de 2014 concluyó con 92.340 kilos subastados, por un importe de 840.000 euros. Al margen del berberecho, el mayor descenso del año se registra en la almeja babosa.

Por su parte, la lonja de Pontevedra mantiene su tendencia a la baja que ya atraviesa desde hace años y su facturación cayó en verano un 22%. Camarón, Centolla, Nécora y pulpo concentran sus ventas, si bien la subasta de esta última especie se redujo notablemente este año.

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