La comarca de Pontevedra ha iniciado el año con un estancamiento en la compraventa de viviendas. Según los datos oficiales aportados ayer por el Ministerio de Fomento relativos a las transacciones inmobiliarias, en la capital y los 13 municipios de su entorno se vendieron entre enero y marzo pasado un total de 204 viviendas, prácticamente el mismo número que un año antes e incluso algo por debajo de la media de todos los meses de 2014. Además de no reflejar un aumento sostenido, estos datos ponen especialmente de manifiesto que el sector de la segunda mano en la vivienda se dispara de forma notable y ya acapara el 87% de todas las operaciones registradas este año. Este porcentaje supone un aumento considerable con respecto a todo 2014, cuando solo tres de cada diez inmuebles adquiridos en Pontevedra eran nuevos.
La capital encabeza el listado de operaciones de este año con más de la mitad de todas las ventas, un total de 106, y solo 24 de estos pisos estaban sin usar. Sanxenxo se sitúa en segundo lugar, con 56 adquisiciones, y en 53 casos se trataba de viviendas de segunda mano. Son los dos únicos municipios donde se vendieron pisos nuevos. En los demás 12 casos, la totalidad de los pisos que cambiaron de manos entre enero y marzo de este año fueron usados. Marín registró 16 operaciones, por delante de las 12 de Poio. A partir de ahí, los números son prácticamente simbólicos, con tres casos en Caldas, dos en Cuntis, al igual que en Campo Lameiro y Ponte Caldelas. Una única venta se registró en Barro, Cotobade y Vilaboa, respectivamente, mientras que en Portas el casillero sigue a cero. Se da la circunstancia de que en este último municipio, el Ministerio de Fomento solo tiene contabilizadas 16 compraventas desde 2010. Esta estadística se realiza mediante los datos facilitados por el Colegio del Notariado y recogen el número de viviendas objeto de compraventas formalizadas en escritura pública en las oficinas notariales.
Al intensificarse el mercado de segunda mano no es posible desahogar el stock de viviendas nuevas y, por tanto, la actividad urbanística continúa bajo mínimos, como se demuestra con las promociones paralizadas desde hace años en la ciudad, en especial en ámbitos como Tafisa o Valdecorvos, entre otros. Pero al margen del fenómeno de la segunda mano, otro aspecto llamativo del primer trimestre de 2015 es la nula presencia de viviendas protegidas, según de iniciativa privada o pública. Ni una sola de las 204 operaciones de esos tres primeros meses del año implicó a pisos con algún tipo de protección.
Los datos con los que arranca 2015 no invitan a pensar en una recuperación a corto plazo del sector, si bien en 2014 sí se constató una leve mejoría, después de años de descensos. Así, la euforia inmobiliaria de los tiempos de bonanza fue reduciéndose de manera progresiva desde hace ocho años. La comarca experimentó un constante declive hasta que tocó fondo en 2013, con 861 transacciones. La bajada más brusca, no obstante, se produjo de 2007 a 2008, cayendo de 2.765 operaciones a 2.022. También en el caso de la urbe del Lérez la mayor caída se produjo al principio de la crisis, desde 1.320 a 712 transacciones. A diferencia de lo que aconteció en el conjunto de la comarca, el municipio experimentó un repunte en 2009, hasta las 809. Por tanto, en el ámbito local fueron cuatro los años consecutivos de descensos.
Tanto en el recuento local como en el comarcal parece no haber surtido demasiado efecto el cambio normativo introducido el 1 de enero de 2013 debido al que el IVA de las viviendas nuevas aumentó del 4 al 10 por ciento, a lo que se añadió la supresión de la deducción en la declaración de la renta. En todo caso, esa medida únicamente habría retrasado la reactivación a tenor de los datos aportados por el Ministerio de Fomento. En la comarca las transacciones pasaron de 1.006 en 2012 a 861 en 2013, mientras que en la ciudad la bajada fue de 478 a 326, en la línea de descensos de anteriores años.
